Históricamente el saldo es deficitario, pero al cierre del año pasado se registró un superávit de US$ 135,2 millones, principalmente por las condiciones adversas por las que atravesaron la economía y la región, lo que repercutió en el resultado, según argumentan.
El intercambio comercial durante el 2019 dejó un superávit de US$ 135,2 millones, menor en US$ 677,8 millones de los US$ 813,0 millones registrados en el 2018, debido a la fuerte retracción de las importaciones, según datos de Comercio Exterior del Banco Central del Paraguay (BCP). Con estos datos, y comparando con años anteriores, se observa una mejora positiva de la balanza comercial paraguaya.
La balanza comercial forma parte de la balanza de pagos de un país y es la diferencia entre las exportaciones e importaciones de mercancías. El saldo será el resultado de la resta de ambas transacciones realizadas dentro del país. Este resultado puede reflejar un “superávit” cuando hay más exportaciones que importaciones, y “déficit” cuando se importan más mercancías de las que se exportan.
El empresario César Armele Maluff, miembro titular de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Paraguay, explicó que en términos generales la economía paraguaya pasó por una “tormenta perfecta”, una situación que no se da desde hace tiempo, en la que una serie de factores se encontraron y aceleraron la caída, especialmente en términos de intercambio comercial.
“Es algo que se debe superar para restablecer las condiciones y volver a crecer, ya que los riesgos están focalizados en lo que pasa con China. Las exportaciones empezarán a retomar, ya que mejora el precio de la soja y el flujo comercial empieza a recuperarse lentamente. Creo que empezamos a superar parte de esa coyuntura crítica”, dijo.
En ese sentido, comentó que la balanza comercial de un país refleja el movimiento de la importación y exportación; básicamente, el saldo puede ser positivo o negativo respecto a otros países, o a nivel global. Usualmente, Paraguay tuvo una balanza superavitaria con la mayoría de los países, principalmente en lo que es soja y ganadería. Sobre todo en donde se concentra el flujo de capital de comercio de frontera, en donde no hay una exportación legal, sino que vuelve a salir por el turismo de compra o reexportación, acotó.
El saldo comercial de enero (incluyendo reexportaciones) alcanzó un déficit de 128 millones de dólares desde un superávit de US$ 8 millones en igual mes del 2019. Así, el superávit de doce meses cayó a 300 millones de dólares de 445 millones de dólares a fin del 2019.
Las exportaciones registradas cayeron 13,3% anual en el trimestre móvil a enero, básicamente debido a los menores despachos del complejo sojero (-46% anual en el mismo período) por la sequía que afectó a la cosecha de este producto en el 2019.
Las reexportaciones crecieron 7,0% en el mismo período. Las importaciones, por su parte, se expandieron 1,7% anual en el trimestre a enero, lideradas por las mayores compras de bienes de capital. “Esperamos una recuperación de los despachos de soja en los próximos meses debido a la normalización de la cosecha de soja. Estimamos un superávit comercial de US$ 1000 millones y un superávit de cuenta corriente de 1% del PIB”, de acuerdo con los analistas de Itaú en su informe Escenario Macro Paraguay, a febrero del 2020.
Por otro lado, el Banco Central del Paraguay (BCP), en su último reporte de Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre del 2019, ajustó su proyección respecto al saldo comercial. Asimismo, el saldo de la cuenta corriente del 2019 fue revisado a la baja, teniendo en cuenta los datos observados de la balanza comercial, particularmente de las exportaciones, como así también la actualización de las estimaciones de los otros componentes de la cuenta corriente.
En su informe de diciembre pasado previó un déficit de US$ 598 millones (-1,5% del PIB), superior al presentado en el informe de setiembre (US$ 420 millones o -1,1% del PIB). Sin embargo, la balanza comercial en el 2019 registró un superávit de US$ 135,2 millones, menor en US$ 677,8 millones con respecto al registrado en el 2018.
Si bien el BCP previó un superávit de la balanza comercial y de las transferencias corrientes, los saldos deficitarios en las líneas de servicios y renta implicarían un resultado de la cuenta corriente de -258 millones de dólares (-0,6% del PIB) en este 2020, aunque menor que el año anterior.
De acuerdo a Datosmacro. com, en el 2017 Paraguay registró un déficit en su balanza comercial de 3.194,8 millones de dólares, un 8,19% de su PIB, superior al registrado en el 2016, que fue de 1.251,4 millones de dólares, el 3,47% del PIB. En ese entonces, la variación de la balanza comercial se debió a un incremento de las importaciones superior al de las exportaciones de Paraguay.
Si tomamos como referencia la balanza comercial con respecto al PIB, desde el 2017 Paraguay empeoró su situación. Se movió del puesto 73 que ocupaba en el 2016 a la posición 99 de dicho ranking, así pues tiene un saldo de la balanza comercial si se lo compara con el del resto de los países.
PERSPECTIVAS
Por otro lado, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (Cepal), en su informe anual “Perspectivas del comercio internacional de América Latina y el Caribe”, presentado hace unos meses atrás, esperaba que el comercio exterior paraguayo sería el que más caería en la región.
Según el reporte, las exportaciones en América Latina y el Caribe superarán los US$ 1,07 billones, cifra menor a los US$ 1,09 billones del 2018. Cepal previó que caerían especialmente en América del Sur, con una reducción del 67%, y los países más afectados serán los del Mercosur.
Las exportaciones de Paraguay mermarían un 8,8%, las de Brasil un 5,6%, mientras que solo Argentina y Uruguay lograrán un crecimiento del 5,9% y el 4%, respectivamente. En tanto, los envíos paraguayos aún más, pues registraron una variación de 9,8% menos al cierre del año frente al 2018.
El informe señala con preocupación la fuerte caída del 10% que tendrá el comercio entre los países de América Latina y el Caribe, con especial afectación a los países del Mercosur, donde el comercio interregional caerá un 22%.
De acuerdo con la secretaria ejecutiva de la Cepal, Sudamérica ha sufrido una especie de “tormenta perfecta” con las recesiones de Venezuela y Argentina, la dependencia de las materias primas y sus crisis de endeudamiento, que han frenado las aspiraciones de integración regional. LA NACION