Este miércoles comenzó a reunirse la comisión que tendrá a su cargo elaborar un proyecto de ley en torno al uso y cultivo de la marihuana. La convocatoria fue realizada por la presidencia del Congreso Nacional y el objetivo es lograr en 60 días un nuevo marco legal para el cannabis. La sociedad civil organizada pide descriminalizar el cultivo de marihuana destinada al uso medicinal.
En la sala Acosta Ñu, de la Cámara de Senadores, se realizó ayer miércoles en horas de la mañana la primera reunión para la formulación de un nuevo marco legal para el uso y cultivo de marihuana. Lea más: La convocatoria fue realizada por la presidencia del Congreso Nacional, cuyo titular es el senador Óscar Salomón. La reunión es el primer resultado concreto de la audiencia pública realizada ayer en la sala bicameral del Congreso, donde se trazó consensuar leyes que permitan el cultivo de marihuana a familias campesinas.
Representantes de diversas instituciones participaron de la reunión en la sala Acosta Ñu, entre ellas del Ministerio de Agricultura, del Ministerio de Salud, Senad, Ministerio Público así como referentes de la sociedad civil organizada, como es el caso de Granja Madre, Cámara Paraguaya de Cannabis y organizaciones campesinas.
El senador Salomón pidió la creación del grupo de trabajo fijando como objetivo contar en 60 días con un proyecto de ley, para su estudio en ambas cámaras del Congreso.
La coordinación del equipo está a cargo de Patricia Vega, de la Comisión de Legislación del Senado. Optimismo en el proyecto Juan Cabezudo, de Granja Madre, señaló: “Hoy se activo el equipo de trabajo.
El compromiso es trabajar para alcanzar el objetivo de terminar un proyecto de ley en 60 días. Estamos optimistas porque vemos voluntad política para sacar adelante una nueva ley sobre la marihuana”.
En opinión de Cabezudo, el primer paso debe ser “dar a conocer lo que ya se tiene como marco legal, para buscar una mayor apertura en beneficio de los enfermos.
La Ley 6007 vigente ya obliga al Estado a entregar marihuana medicinal en forma gratuita a los enfermos”.
Como segundo punto, señaló “la necesidad de seguir muy de cerca el contexto regional. Si Lula es electo presidente en Brasil, es muy probable que nuestros vecinos puedan tener cultivos legales. Y Brasil es el principal mercado de la marihuana producida en forma ilegal”.
Y como tercer elemento dijo que “Paraguay debe aprovechar la propuesta de Uruguay de compartir su experiencia. Ya tienen un camino recorrido y esa experiencia puede ayudarnos a cometer menor cantidad de errores”.
Juan Cabezudo reconoció que la tarea no es sencilla: “Implica todo un cambio cultural para las mismas autoridades. Hoy día todo se basa en represión y mañana puede ser legal el cultivo campesino de marihuana, pero no debemos dejar de buscar un camino que permita salir de la pobreza a miles de familias”, resaltó.
Señaló como ejemplo del fracaso de la represión el hecho de que Paraguay sea cuarto productor mundial de marihuana.
“Si la represión funcionaba no estaría entre los mayores productores de cannabis del mundo” dijo. Exteriorizó su optimismo por los pasos que se dieron en menos de 24 horas: la primera audiencia pública en el Congreso y la creación de una comisión de trabajo para elaborar un proyecto de ley en torno al cannabis.
Finalizó diciendo: “No podemos seguir viendo como criminales a 15 mil familias campesinas. Descriminalizar la marihuana es una oportunidad para salir de la pobreza y el Estado no puede seguir negando esta realidad. /abc/