Asunción, primera capital verde de Iberoamérica, quiere censar su arbolada
09 DE MARZO DE 2019 – 12:51
Asunción, la primera capital verde de Iberoamérica, se propuso hacer gala del título que reconoció su patrimonio medioambiental en 2014 y comenzó a elaborar un censo arbóreo para planificar el crecimiento del arbolado urbano y avanzar hacia un nuevo modelo de ciudad.
Por el momento, el registro de los árboles es testimonial, ya que solo recoge información de cinco céntricas plazas capitalinas y de algunos tramos de las principales arterias de Asunción, con el recuento de 2.628 árboles.
Una muestra pequeña que, sin embargo, marca el comienzo de “un análisis técnico y científico para poder planificar la ciudad de Asunción en cuanto al arbolado urbano”, según el titular de la Dirección General de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Asunción, David Cardozo.
Hasta ahora, la Municipalidad no contaba con ningún censo de su población arbórea que proporcionara datos sobre el estado de los árboles o las especies predominantes, pero los técnicos eran conscientes de que los espacios verdes iban desapareciendo.
“Asunción es considerada una ciudad verde, pero está perdiendo zonas verdes debido a las infraestructuras que se están implantando. Es algo que preocupa, pero queremos ver cómo vamos a ir trabajando el diseño de crecimiento de la ciudad. El diseño debe adecuarse al territorio, no el territorio al diseño propuesto por el Estado”, comentó Cardozo.
Por eso, no descartó que el censo cuente con una segunda etapa en la que se consideren “todas aquellas especies de ribera que se encuentran en la ciudad de Asunción”, ubicada en la margen del río Paraguay.
La Municipalidad ya sabe que necesita podar el 56% de esos cerca de 3.000 árboles estudiados y que un 19% de ellos requieren ser reemplazados, bien por peligro, por vejez, por inclinación, por enfermedad o porque ya están muertos, según los resultados del censo.
El análisis llevó tres meses a la consultora Ambiente Verde, desde agosto hasta noviembre de 2018, con un tiempo estimado de 15 minutos por planta, como relató la responsable del estudio, la ingeniera forestal Victoria Soerensen.
El estudio verificaba si el árbol interfería con la red vial o con el alambrado público, su estado fitosanitario, si presentaba termitas o si permitía la infiltración del agua, entre otras cuantas variables.
De esta manera, detectaron que un 16% de los árboles interferían con el cableado público, que un 4% presentaba termitas o que cerca del 60% son maderables.
Soerensen señaló que, si bien Asunción “ha crecido con los árboles”, no siempre fueron respetados, y algunos se talaron “por conveniencia, por falta de criterio o por dejadez en el cuidado”, aunque empieza a percibir una creciente preocupación por “hacer una buena gestión” del arbolado urbano.
“Hay que tener un control del arbolado, y hacer que no sea un problema para la sociedad; al contrario, que la gente encuentre la identidad y viva en armonía, contando con los beneficios que tiene el árbol”, agregó la ingeniera.
Su valoración concluye que el número de árboles en las plazas es suficiente, pero no así en las veredas de las avenidas, donde “se podría triplicar la cantidad”.
En su opinión, cualquier especie nativa es adecuada y, de hecho, los árboles autóctonos son los que predominan en la capital paraguaya, en particular los lapachos, una colorida especie local que en primavera puebla la ciudad con flores rosas y amarillas.
Con la vista en una Asunción más verde y sostenible, el arquitecto Óscar Rivas, asesor ambiental de la Municipalidad, defendió la necesidad de “renaturalizar las ciudades” y alejarse del concepto de megalópolis.
“Tenemos que establecer nuevos paradigmas de urbanización, con otros paradigmas de asentamientos humanos. Hay que cambiar el modelo de la ciudad hacinada, concentrada, hacia un asentamiento de la población humana en un hábitat mas sustentable. Eso es posible”, aseguró Rivas.
Rivas recordó que “Asunción ya fue una de las capitales más hermosas de toda América”, ajada ahora por la dejadez y el deterioro, por lo que urgió a la sociedad a “tomar conciencia” para no seguir “el camino de la destrucción” urbana.Fuente: EFE.