La planificación del lugar del ataque del que logró salir con vida Carlos Rubén “Chicharõ” Sánchez fue bastante buena, aunque igual falló en la ejecución. Presuntos sicarios colocaron los clavos miguelito en una zona donde se encuentra un puente y terreno mismo tiene a los costados de la ruta desniveles que podrían haber dificultado la huida. Otro dato resaltante es que “Chicharõ” iba acompañado de un expolicía que fue dado de baja tras ser condenado por participar en un asalto a un transportador de caudales en 2012.
POR ABC COLOR
La camioneta Toyota Fortunner blindada del exdiputado suplente de la ANR, recibió cerca de una veintena de disparos, que en su mayoría impactaron el el frente y el lateral, algunos de ellos en los vidrios y otros en el chasis. La geografía del lugar donde ocurrió el ataque también jugaba a favor de los sicarios, que pese a todo no pudieron lograr su cometido, ya que la camioneta avanzó uno 50 metros, de donde se inició el ataque, pese a que le reventaron las ruedas con clavos miguelito.
La embosacada se ejecutó en el una zona conocida como Cantera Cue, sobre la ruta Nacional PY11 “Juana de Lara”, donde se encuentra un puente que cruza sobre el arroyo arroyo Piray. Todo esto forma parte de la Colonia Piray, a unos 40 km de Capitán Bado. En el sitio se observa que la ruta se encuentra en una especie de depresión con relación al terreno de su alrededor, generando una especie de muralla natural.
No obstante, en este caso la vegetación jugó a favor de “Chicharõ” y su acompañante Édgar Ramón Chena Pavón de 35 años, ya que lograron esconderse en un monte aledaño, logrando salir ilesos ambos del ataque.
Un expolibandi como custodio
Chena Pavón, quién acompañaba a “Chicharõ” Sánchez al momento del ataque era un exsuboficial 2° de la Policía Nacional que fue dado de baja en 2012 luego de que se lo involucrara como parte de una banda perpetró una asalto a un transportador de caudales de la empresa Guardían S.A. ese mismo año.
El mismo, en 2016 fue condenado a 5 años de cárcel al comprobarse su culpabilidad en ese caso, donde los malvivientes lograron alzarse con G. 5.190 millones. Si bien la condena fue recién en 2016, el mismo habría recuperado ya su libertad teniendo en cuenta que ya se encontraba con prisión preventiva durante el proceso, lo que ya es considerado como parte del compurgamiento de la condena.