El Ministerio de Salud analiza la sangre de 420 personas que tuvieron contacto con cabras con brucelosis. Dos casos fueron confirmados, en tanto 29 personas presentan síntomas del mal.
La Dirección General de Vigilancia de la Salud entrevistó a 507 personas en el marco del brote de brucelosis detectado la semana pasada en una granja de la Facultad de Veterinaria de la UNA, en el campus de San Lorenzo.
“De las 507 personas a las que entrevistamos, se decidió tomar muestras de sangre para analizarlas a 420, entre estudiantes, docentes y personal de servicio de la facultad”, explicó la Dra. Águeda Cabello, directora de la citada dependencia del Ministerio de Salud.
Agregó que de las 420 personas, hasta ahora 29 tienen “criterio de definición de caso”, es decir, presentan los síntomas de la enfermedad pero no hay confirmación laboratorial. “De confirmarse estos casos, estaremos ante el peor brote de brucelosis que tenga registrado el país. No tenemos antecedentes de un caso similar”, señaló la especialista.
Cuando se le consultó sobre casos sospechosos por consumo de leche contaminada, Cabello señaló que buscan establecer con Senacsa y las autoridades de la facultad desde cuándo hay sospecha de que se inició la enfermedad en los animales.
“Una vez que tengamos la fecha estimada, vamos a poder convocar a las personas que adquirieron el producto lácteo desde esa fecha definida hasta que se dejó de comercializar, para incluirlas entre las que son sometidas a análisis clínicos”, comentó la funcionaria.
Destacó que esta investigación será prolongada, ya que van apareciendo elementos que se deben sumar, además de que se debe dar seguimiento a la evaluación de las personas expuestas, ya que el periodo de incubación del virus va de 3 semanas a 2 meses. En cuanto a los confirmados, el seguimiento se extiende por 2 años, explicó.
Al requerirle si el Ministerio de Salud tiene la información de que pacientes oncológicos del Hospital de Clínicas recibieron leche de cabra contaminada, Cabello señaló que a su dependencia también llegó ese rumor pero que no pudo ser comprobado.
Comentó además que la investigación tiene tres frentes; primero es llevado adelante con los veterinarios de la facultad y Senacsa sobre cómo y dónde se contagiaron las cabras de la granja.
El segundo frente es realizado por los especialistas de la Dirección de Vigilancia de la Salud en cuanto a los eventuales infectados y los que son sospechosos de haber contraído el mal, además del control de los mismos. Por último, se ven los posibles afectados por consumir leche contaminada con la enfermedad.