Bernardo Rojas, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores Autentica afirma tener fundamentos para sostener que el salario mínimo debe subir al menos a tres millones y medio de guaraníes.
Sobre el punto, el dirigente sindical respondió a las declaraciones de la directora del empleo Karina Gómez, oficina dependiente del Ministerio de Trabajo.
Esta cree que no es recomendable ahora elevar el sueldo mínimo y que el estudio técnico arroja nada más que 15.350 guaraníes de aumento.
“El Consejo de Salarios Mínimos no sirve. Los miembros se reúnen sólo cuando hay que hacer reajustes y entre tanta burocracia se pierden al menos cuatro meses”, dijo Bernardo Rojas a Radio Universo.
Este afirma que “el índice que arroja el Banco Central del Paraguay es falso. Lo decimos responsablemente. Ya hemos manifestado eso, presentamos estudios técnicos pero el BCP llamativamente nunca pasa del 0,1% o 0,2% su inflación”.
“En enero del 2018, fácilmente el estudio arrojaba que el aumento de salario podía darse en el orden de unos 600.000 guaraníes. Fácilmente, la inflación anual pasa el 10%”, añadió.
Bernardo Rojas cree que hay que sacar potestad al BCP de intervenir en los estudios de reajuste. “Ellos tienen componentes compuestos por 500 productos y nosotros seis”.
“Ellos en su canasta básica incluyen autos, whisky, vacaciones y son cosas que hay que replantear. Nosotros tenemos seis ejes que son salud, educación, vivienda, vestimenta, alimentación y comunicación”, aseveró.
Sobre el último eje, Rojas justificó que el uso de los celulares se volvió indispensable en la vida del trabajador. “No se puede poner whisky o autos en vez de galleta o yerba”, dijo.
También apuntó a regionalizar el reajuste salarial. “No es posible elaborar una canasta policlasista entre la capital y el interior. El nivel de vida en Asunción no es como en el interior”, aseguró.
Puntualizó que “la canasta básica hay que reformar y no igualar una sola para ricos y pobres” y que sobre eso, el planteamiento que acercaron al gobierno es “establecer un salario piso y no techo”.
“Al menos, el salario debe ser de 3.500.000”, dijo y contó que “acercamos ese pedido al vicepresidente Hugo Velázquez, pero en vez de consensuar presentó nomás al Congreso el proyecto”.
“El trabajador no quiere privilegios. Un buen salario y seguridad social no representan privilegios. Pero al parecer el gobierno no quiere hablar con nosotros y deseamos que Mario Abdo Benítez tome el toro por las astas”, indicó.