Se tratan de sustancias vegetales que contribuyen en el bienestar, restableciendo el equilibrio del cuerpo y aumentando la resistencia del mismo ante factores estresantes.
Los adaptógenos son hierbas con propiedades específicas para el cuerpo y pueden ser añadidas a nuestra rutina saludable. De acuerdo a la teoría de unos investigadores, estas plantas estimulan la respuesta de protección contra el estrés del cuerpo y ayudan a que sus sistemas vuelvan a un estado de equilibro llamado homeostasis.
Al fortalecer todos los sistemas del organismo y hacer que funcionen correctamente, los adaptógenos pueden promover la vitalidad, estabilizar el estado de ánimo y mejorar el rendimiento y la concentración. Se pueden consumir como suplemento en cápsulas, tés o tinturas medicinales.
Si bien están destinados a ayudar al organismo a desarrollar resiliencia ante el estrés y mitigar sus efectos adicionales en el cuerpo, no son una cura y es posible que no funcionen en casos extremos o inmediatos de ansiedad o depresión. Los expertos recomiendan acompañar con una dieta balanceada e hidratación adecuada para mejores resultados.
¿Cómo funcionan los adaptógenos y cuáles son sus beneficios?
Los investigadores del University of Vermont Integrative Health explican que estas hierbas interactúan con el eje Hipotalámico-Pituitario-Suprarrenal (HPA), que es un sistema complejo de glándulas, hormonas y receptores en el cuerpo humano. Este eje es fundamental para la homeostasis del cuerpo, las respuestas al estrés y el metabolismo energético.
Cuando consumimos estas hierbas, sus propiedades y compuestos orgánicos funcionan mediante el eje HPA para ayudar a equilibrar nuestros sistemas. De hecho, está comprobado que si existen muchas hormonas, los adaptógenos se encargan de reducirlas, y si no hay suficientes pueden ayudar a reponer sus niveles.
Estas plantas también calman y nutren las glándulas suprarrenales, además de apoyar los procesos que están controlados por estas, desde la regulación del azúcar en la sangre y el sistema inmunitario hasta las hormonas y la presión arterial. A su vez tienen la capacidad de reducir la fatiga y mejorar la presión arterial.
Estas son las hierbas adaptogénicas más populares
Tulsi. Conocida como “albahaca sagrada” o la “reina de las hierbas”, es otro arbusto comúnmente utilizado en la medicina alternativa. Promueve el enfoque y alivia la ansiedad. Un ensayo clínico encontró que disminuyó significativamente el trastorno de ansiedad generalizada en los pacientes, así como el estrés y la depresión asociados.
Moringa. Se caracteriza por su elevado contenido de vitaminas y minerales como hierro, carotenoides, quercetina, vitamina C, polifenoles, ácido clorogénico, entre otros, que le proporcionan un potente efecto antioxidante, antidiabético, analgésico y antiinflamatorio. La parte más utilizada de la moringa son las hojas, que es donde se encuentra la mayor concentración de antioxidantes, pudiendo ser consumidas en forma de té, cápsulas o polvo.
Rhodiola. Se destaca por mitigar la fatiga física y favorecer la capacidad de resistencia. Posee además la capacidad de elevar los niveles de ATP (trifosfato de adenosina) y de creatina, que son las fuentes de energía que precisamos para ejercer un esfuerzo físico y para rendir físicamente sin agotarnos, una función orgánica que se va debilitando con la edad y también a causa del estrés.
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