El papa Francisco elevó el domingo a la categoría de santos a 14 figuras del catolicismo, entre los cuales figuran 11 mártires asesinados en Siria en el siglo XIX, un reflejo de la persecución de los cristianos bajo el Imperio otomano.
El jesuita argentino presidió la ceremonia en la Plaza de San Pedro en presencia de miles de fieles de todo el mundo y representantes oficiales de los países involucrados. La canonización –etapa final en el camino a la “santidad” en la Iglesia Católica, requiere de tres condiciones: tener al menos cinco años de muerto, haber llevado una vida cristiana ejemplar y haber realizado al menos dos milagros.
PERSECUCIÓN DE CRISTIANOS. Entre los nuevos santos figuran los 11 mártires de Damasco, asesinados en julio de 1860 en la capital siria durante el dominio otomano por un comando de drusos musulmanes en un monasterio de un barrio cristiano.
Esos mártires, el español Manuel Ruiz López y otros siete frailes franciscanos, seis de ellos españoles, fueron asesinados en Siria en 1860, durante un año de persecución y masacres contra cristianos.
Francisco usó como es habitual la fórmula en latín para proclamar su santidad y pedir que fuesen inscritos en los libros de los santos de la Iglesia.
“Continuamos la obra de Jesús en el mundo. Bajo esta luz podemos recordar a los discípulos del Evangelio que son hoy canonizados. A lo largo de la agitada historia de la humanidad, ellos fueron siervos fieles, hombres y mujeres que sirvieron en el martirio y la alegría, como el hermano Manuel Ruiz López y sus compañeros”, dijo el Pontífice.
Manuel Ruiz (Burgos, 1804) fue asesinado en la ciudad de Damasco, en 1860, cuando los cristianos de Siria y Líbano sufrieron masacres por parte de miembros de la comunidad drusa musulmana.
En aquel momento, era superior del convento de San Pablo y fue víctima de la furia de una multitud de drusos que la noche del 9 de julio de 1860 irrumpió en el barrio cristiano de Damasco. Ahí vivían unas 30.000 personas, miles de ellas fueron masacradas y algunas se refugiaron en el monasterio de Ruiz y el resto de frailes menores.
Con él, decapitaron a siete franciscanos también canonizados el domingo, entre ellos los españoles Carmelo Bolta, Nicanor Ascansio, Nicolás María Alberca, Pedro Nolasco Soler, Francisco Piñazo Peñalver y Juan Fernández, y el austriaco Engelbert Kolland.
Los religiosos recibieron una propuesta del gobernador otomano para refugiarse en su residencia, pero la rechazaron al no querer dejar sola a la gente que buscaba protegerse en el convento.
En la ceremonia también fueron canonizados los laicos maronitas Francesco Massabki, Mooti Massabki y Raffaele Massabki. Eran tres hermanos de Damasco muy vinculados a la comunidad de los franciscanos que estaban en el convento de San Pablo junto al resto de frailes, donde murieron igualmente asesinados en la misma masacre.
FUNDADORES DE COMUNIDADES RELIGIOSAS. Los otros canonizados son tres fundadores de comunidades religiosas: el misionero italiano Giuseppe Allamano (1851-1926), la religiosa italiana Elena Guerra (1835-1914) y la canadiense Marie-Léonie Paradis (1840-1912), fundadora de una congregación dedicada a la educación católica. El papa Francisco anunció en mayo la canonización de Carlos Acutis, un adolescente italiano muy piadoso y aficionado de internet, cuya muerte por una leucemia fulminante en 2006 conmocionó al país.
La fecha de esta ceremonia no ha sido definida, pero podría ocurrir en 2025, año del Jubileo en Roma.
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