Varios lugares del mundo están en riesgo, como la bahía de San Francisco, la bahía de Izmit en Turquía o el golfo de Al Áqaba en Egipto.
Un grupo de científicos identificó un nuevo peligro de tsunami que podría ser devastador en ciertas áreas del mundo, vinculado a fallas de deslizamiento submarinas en la corteza terrestre, según un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Una falla de deslizamiento existe cuando bloques de roca a lo largo de una línea de falla se deslizan horizontalmente unos sobre otros. Este fenómeno pone bajo riesgo varios lugares del planeta, como el área de la Bahía de San Francisco, la bahía de Izmit, cerca de Estambul, en Turquía y el golfo de Al Áqaba en Egipto.
Para su estudio los investigadores utilizaron la supercomputadora Blue Waters para modelar los peligros de tsunami relacionados con fallas de deslizamiento en todo el mundo. “Lo que es único en nuestro estudio es que, en lugar de considerar un evento de ubicación específica, nos enfocamos en los fundamentos de un sistema de fallas de deslizamiento que interactúan dentro de los límites de una bahía estrecha”, explicó este lunes uno de los autores del estudio, Ahmed Elbanna.
Previamente, se creía que los terremotos en las fallas de deslizamiento solo podían generar un tsunami si también desencadenaban deslizamientos de tierra bajo el agua, pero ahora los científicos demostraron que el riesgo es mayor, puesto que el movimiento lateral y la energía generada en las fallas de deslizamiento pueden producir por sí mismos tsunamis significativos. Es como sostener una taza de agua en la mano y agitarla horizontalmente, afirman los investigadores.
Terremoto ‘intersónico’
Para que ocurra un tsunami se requiere un terremoto ‘intersónico’, es decir, aquellos en que la ruptura ocurre tan rápidamente que el movimiento en la línea de falla es más rápido que las ondas de corte sísmicas generadas en la corteza.
Las ciudades costeras cercanas a fallas de deslizamiento se encuentran en riesgo, especialmente cuando las fallas atraviesan bahías interiores. Los límites de estas bahías estrechas se mueven, lo que provoca que se unan tres fases del terremoto: el movimiento inicial y las ondas de choque, el desplazamiento del agua durante el terremoto y el movimiento de la ola de tsunami resultante. Cada fase puede desarrollarse de manera diferente según las condiciones locales.
“A diferencia de los terremotos y el subsiguiente desplazamiento de agua que ocurren a muchos [kilómetros] de la costa, un terremoto y un tsunami que ocurren dentro de los estrechos confines de una bahía dejan muy poco tiempo de advertencia para la costa“, señaló Elbanna.
“El modelo basado en la física utilizado en este estudio proporciona información crucial sobre el peligro asociado con las fallas de deslizamiento, en particular la necesidad de tener en cuenta dicho riesgo para mitigar los daños futuros a otras bahías atravesadas por fallas de deslizamiento”, concluyó Mohamed Abdelmeguid, otro de los autores de la investigación.
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