Al menos 100.000 personas, en su mayoría del grupo hutu, fueron asesinadas en el país en 1972 tras una fracasada sublevación.
La Comisión de Verdad y Reconciliación de Burundi halló los restos de 6.032 personas en seis fosas comunes en la provincia de Karusi, en el centro del país africano, anunció el presidente del organismo, Pierre Claver Ndayicariye, según Reuters.
Los esqueletos probablemente pertenecen a las víctimas de la masacre de 1972, que acabó con la vida de un número hasta ahora desconocido de hutus, uno de los dos grupos étnicos predominantes de la región de los Grandes Lagos de África, donde se ubica Burundi.