El “mito” de Argentina como refugio nazi fue creado por EEUU, según experto

La imagen de Argentina como un paraíso donde muchos nazis encontraron cómodo refugio tras la II Guerra Mundial se construye sobre una realidad, pero que fue exagerada por una campaña de desprestigio lanzada en 1946 por Estados Unidos contra el entonces presidente argentino, Juan Domingo Perón.


FUENTE: EFE

Esa es la tesis que sostuvo Raanan Rein, profesor de Historia española y latinoamericana en la Universidad de Tel Aviv, durante un reciente simposio internacional en Viena sobre la huida de dirigentes nazis a América Latina tras la guerra, organizado por el Instituto Wiesenthal de Estudios sobre el Holocausto (VWI).

DESACREDITAR A PERÓN

El historiador explicó, en declaraciones a Efe, que el “mito” de Argentina como un paraíso para los fugitivos nazis “tiene sus raíces en la campaña electoral de 1946, cuando Estados Unidos, a través de su embajador en Buenos Aires, Spruille Braden, intentó poner obstáculos en el camino del entonces coronel Juan Domingo Perón a la presidencia”.

El Departamento de Estado de Estados Unidos publicó el “Libro Azul sobre Argentina”, un folleto de unas 130 páginas en el que se afirmaba que Argentina, que fue neutral, colaboró con la Alemania nazi durante la II Guerra Mundial (1939-1945), según Rein.

“La idea era manchar la imagen de Perón, describirlo como un colaboracionista con el nazismo y así asegurar la victoria electoral de la oposición democrática”, añade.

La victoria de Perón, que gobernó hasta 1955 y, de nuevo, entre 1973 y 1974, supuso que continuaran los conflictos de intereses entre Argentina y Estados Unidos, que siguió perpetuando la imagen del país latinoamericano como cómplice del nazismo.

El investigador añadió que unos 80.000 alemanes y austríacos llegaron a Argentina tras finalizar la II Guerra Mundial, aunque solo 19.000 decidieron quedarse en el país.

Entre 50 y 60 de estos fugitivos eran criminales de guerra, entre ellos Adolf Eichmann, uno de los principales organizadores del Holocausto, y que fue secuestrado en 1960 por agentes israelíes en Buenos Aires, donde vivía bajo el nombre de Ricardo Klement.

RECLUTAR A CIENTÍFICOS

Añadió que el Gobierno de Perón estaba “muy interesado” en reclutar a técnicos y científicos alemanes para que contribuyeran al desarrollo de la industria civil y militar de Argentina.

Pese a este interés, el historiador sostiene que “no existía un plan gubernamental bien elaborado para reclutar a nazis”.

“Eso puede servir para un guión de Hollywood, pero en la documentación que encontramos no podemos encontrar una conspiración de este tipo”, agrega.

“Entraron más nazis en los Estados Unidos y la Unión Soviética que en Argentina, sin embargo ha sido más fácil acusar a Argentina y dejar de lado la discusión acerca de la responsabilidad de otros países”, señala.

El historiador israelí remarca que si se mantiene esa “obsesión de ver solo a Argentina como el paraíso de los nazis” no se podrá abrir el debate sobre este tema en otros países.

“Nuestra atención debería centrarse más en la ayuda que recibieron en Europa”, añade Rein, que recuerda el apoyo de cargos de la Iglesia católica y la Cruz Roja dieron a los nazis para huir a América Latina.

ARMA CONTRA EL PERONISMO

“En la cultura norteamericana esta idea identificando a Argentina con el nazismo sigue hoy en día, incluso sigue dentro de la propia Argentina, donde la oposición siempre tiende a manchar el peronismo al asociarlos con el nazismo”, detalla el historiador.

En esta línea, el historiador israelí considera que “no ha cambiado la actitud por parte de la sociedad argentina” y tampoco la imagen de Argentina en el exterior.

“Mucho no cambiará esta imagen, no en el futuro próximo, pero es importante que no dejemos de analizar y, en cierto sentido, acusar a Argentina con respecto a la entrada de nazis”, subraya. hoy digital