BOMBA ATÓMICA VS DE HIDRÓGENO

BOMBA ATÓMICA.

Se considera que su principal “padre” es el estadounidense Robert Oppenheimer. Los primeros lanzamientos de bombas atómicas los realizó Estados Unidos el 6 y 9 de agosto de 1945 sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Las bombas atómicas se fabrican con plutonio o uranio radiactivo y obtienen su fuerza destructiva de la energía que se libera al dividirse el núcleo atómico (fisión nuclear). Este material divisible, al ser expuesto a combustible convencional, queda presionado de tal manera que provoca una reacción en cadena. En un breve lapso, la bomba puede dejar totalmente devastadas amplias zonas de terreno. A largo plazo, la radiactividad también causa graves daños a la salud.

BOMBA DE HIDRÓGENO.

También llamada bomba termonuclear, fue desarrollada en Estados Unidos bajo la dirección de Edward Teller y se lanzó por primera vez en 1952 sobre un atolón en el Pacífico.

Su fuerza explosiva era unas 800 veces superior a la de las primeras bombas atómicas. La bomba de hidrógeno libera energía a partir de la fusión de núcleos atómicos. Estos núcleos de deuterio y el tritio, dos isótopos de hidrógeno, se fusionan en un núcleo de helio, provocando una reacción en cadena incontrolable. Para iniciarla es necesario un enorme aporte de energía, por lo que las bombas de hidrógeno tienen como detonador una bomba atómica (de fisión nuclear).

“La ciencia no es perfecta, con frecuencia se utiliza mal, no es más que una herramienta, pero es la mejor herramienta que tenemos: se corrige a sí misma, está siempre evolucionando y se puede aplicar a todo”

– Carl Sagan