Si bien la soja, como uno de los productos estrella de Paraguay, genera ingresos de divisas en dólares, con esta cotización actual de G. 7.731 lo primero que uno pensaría es que es beneficioso para el sector. Pero lo cierto es que con el valor actual de este commoditie (USD 300/Tn) que está más bajo, el impacto se resiente en menores ingresos.
Eso es lo que explicó el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, quien habló de dos escenarios diferentes, al tener una economía de doble moneda, ya que en Paraguay se puede trabajar, comerciar y manejar cuentas en dólares, así como en guaraníes en el sistema financiero.
Para quienes tienen costos en guaraníes es pasable, pero en el campo los costos están dolarizados en un 8 5%, solo el 15 % se ocupa en guaraníes en términos de salarios y combustibles. Por lo que la variable tipo de cambio no incide mucho, pues los productos se comercializan con la divisa estadounidense y los insumos en un 100 % también se compran en dólares.
Factor precio
“Una de las explicaciones del por qué está subiendo tanto el dólar es que el precio de la soja de este año tuvo una caída, y eso hace que vayan a ingresar USD 1.000 millones menos a la economía paraguaya. El factor precio siempre fue el contrapeso para que el dólar no se dispare tanto”, expresó.
Ante este comportamiento, la preocupación del sector es que la tendencia a la baja del precio de la soja se mantiene, ya que en el 2023 este commoditie valía USD 500/Tonelada, y en este momento es de USD 300. Son USD 200/Tn menos, estimando que la presión al alza del dólar será mayor incluso en el 2025.
Es por ello que Cristaldo estima una pérdida de USD 2.000 millones en ingresos de divisas durante este y el próximo año, en relación al 2023, lo que será un impacto muy fuerte para la economía paraguaya que es un mercado pequeño, y al contrapesar en la oferta de dólares es que puede incidir en mantener la tendencia alcista de la divisa sin que se estabilice.
Y lo que se puede esperar en base a estos comportamientos, con los mismos costos que el año anterior, con un precio menor, es que se necesitarán 2.500 por hectárea más de soja para empatar, lo cual es un vara muy alta ya que el promedio histórico es entre 2.900 a 3.000 kilos por hectárea, y los márgenes se restringen.
Encarar con prudencia
Hay que tener en cuenta que la cosecha depende ampliamente de los factores climáticos, y atendiendo el periodo de sequía, es probable que muchos productores dependiendo de las zonas no lleguen a los promedios ideales, por lo que habrá que encarar esta campaña con mucha prudencia.
Respecto a lo que puede ayudar a mejorar el precio de la oleaginosa, Cristaldo indicó podría darse en el caso de que la cosecha americana no salga tan bien o que alguna otra región atraviese por inconvenientes, a modo que disminuya la oferta y se pueda mejorar la cotización. Al generar más ingresos, se coopera también en equilibrar la tendencia de la suba del dólar.
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