Una mujer de 58 años llevó a un anciano muerto a un banco de Campinas, del estado de São Paulo, Brasil, para intentar cobrar su pensión. Lo trasladó en una silla de ruedas y alegó ser su pareja.
La Policía Civil de Campinas, de São Paulo, Brasil, investigó el caso que se registró el pasado 2 de octubre, y concluyó que el hombre, de 92 años, tenía cerca de 12 horas muerto en ese entonces.
La mujer, de 58 años, que intentó sacar la pensión, trasladó al anciano en una silla de rueda hasta una sucursal de Banco do Brasil de la ciudad y se identificó como su compañera. Alegó que él no se sentía bien. La acompañaron un matrimonio de vecinos, señaló en una publicación Agora de Folha de São Paulo.
Entonces el anciano fue atendido por un equipo de bomberos civiles en el lugar y al mismo tiempo llegó el Servicio de Atención Móvil de Urgencias (SAMU, por sus siglas en portugués), momento en el que uno de los socorristas se percató de la muerte del hombre. Entonces se le realizó una pericia forense.
Dado el hecho, la supuesta compañera empezó a ser indagada. Alegó que ella tenía una relación estable desde hace 10 años con el fallecido y que lo llevó al banco porque ella se encargaba de los movimientos de su cuenta. Por eso señaló a las autoridades brasileñas que había perdido la contraseña.
Sin embargo, pese a sus afirmaciones, no presentó ningún documento que la autorizaba a tales diligencias.
La Policía incluso afirmó que entró en contradicción cuando contó dos historias sobre la última vez que habló con su entonces compañero.
Los informes forenses arrojaron el jueves de la semana pasada que el anciano llevaba 12 horas muerto antes de ir al banco.
El jefe policial de la 1ª Delegación de Policía de Campinas mencionó que se determinó que la causa de muerte fue natural, y que de todos modos la mujer que lo trasladó sin vida al banco será investigada por fraude y vilipendio de cadáveres.