Brasilia.-La inflación en Brasil avanzó 1,25% en octubre, la tasa más alta para este mes desde 2002, impulsada por los combustibles y los alimentos, informó este miércoles el Instituto Brasileño de Estadísticas (IBGE).
El índice de precios al consumidor acumuló un alza de 10,67% en doce meses y de 8,24% en lo que va del año.
El indicador de octubre está por encima de las expectativas del mercado, que esperaba un alza en torno del 1% en octubre, según estimaciones de consultoras y entidades financieras relevadas en la encuesta Focus del Banco Central.
Además, el resultado de octubre marca una aceleración respecto de septiembre, cuando el alza de precios fue de 1,16%, con un aumento acumulado por encima de los dos dígitos por primera vez en más de cinco años.
«Los nueve grupos de productos y servicios relevados tuvieron alzas en octubre», señaló el IBGE en su informe.
«El mayor impacto (sobre el índice general) y la mayor variación (2,62%) vino de Transportes, que se aceleró en relación a septiembre (1,82%)», precisó.
La segunda mayor contribución al avance de octubre se debe al incremento de precios de alimentos y bebidas (1,17%), detalló el instituto estadístico.
La inflación afecta especialmente a la población vulnerable, que destina la mayor parte de sus ingresos a alimentos. En los últimos meses se multiplicaron en el país las imágenes de personas buscando comida entre los desechos.
El gobierno atribuye la escalada de precios al aumento de las cotizaciones de las commodities y del petróleo a nivel internacional.
Eso, señalan especialistas, se agrava en el plano local ante el encarecimiento del dólar y algunas iniciativas políticas, como la que prevé el gobierno para incrementar el gasto público.
Los combustibles, uno de los principales impulsores de la inflación desde hace meses, subieron 3,21% en octubre, motivando alzas en los transportes.
La gasolina (3,10%) marcó el sexto incremento consecutivo y acumuló 42,72% en los últimos 12 meses, según el IBGE. También destacó el aumento de 5,77% en los precios del diésel, que impacta en los fletes y encarece los bienes.
El presidente Jair Bolsonaro volvió a responsabilizar esta semana a la estatal Petrobras, que elevó sus precios por las alzas de las cotizaciones en el mercado global, según la petrolera, devenida un blanco habitual de los embates del mandatario.
En la encuesta Focus del Banco Central, la inflación proyectada para este año alcanzó 9,33%, y para 2022, 4,63%, ya por encima de la meta oficial de 3,5%.
Para contener la inflación, el Comité del Banco Central de Brasil (Copom) elevó en su última reunión de octubre la tasa de interés de referencia 1,5pp, el mayor avance desde 2002, que llevó la Selic hasta 7,75%.
En su decisión, el comité ponderó que la inflación al consumidor «se ha mostrado más persistente que lo anticipado», según el acta de la reunión.
Las autoridades monetarias destacaron como un factor de riesgo inflacionario «los nuevos prolongamientos de las políticas fiscales de respuesta a la pandemia», que podrían elevar la demanda y empeorar la situación fiscal.
La noche del martes, la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa que -de obtener el visto bueno en el Senado- permitirá aumentar el gasto para reforzar las ayudas sociales al nivel que pretende Bolsonaro para 2022, año en que buscará la reelección.
El Banco Central proyectó otro ajuste de 1,5pp en el último encuentro del año, el 7 y 8 de diciembre.
Pero el director de Política Monetaria de la entidad, Bruno Serra, dijo recientemente en una entrevista a un medio japonés que, de ser necesario, la autoridad monetaria está dispuesta a aplicar un aumento mayor.Clarín.