San Pablo.- El Ministerio de Salud de Brasil anunció la inclusión de los niños de entre 5 y 11 años en el Programa de Inmunización contra la covid-19 luego de que se opusiera a la medida en forma enfática el presidente Jair Bolsonaro, quien pedía que cada chico debía estar autorizado por su médico pediatra.
El anuncio lo hizo ayer el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, quien ante la avalancha de sugerencias de sus propios científicos asesores eliminó la exigencia reclamada por Bolsonaro de que la vacunación infantil debía ser autorizada por un médico pediátra con un certificado.
«Le recomendaría a los padres que consulten al médico de confianza y a los equipos de salud públicos para que se saquen todas las dudas», dijo Queiroga, que hizo el anuncio obligado por un fallo del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema).
La vacunación infantil con dosis de Pfizer había sido autorizada el 16 de diciembre por ente regulador, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para niños entre 5 y 11 años pero el presidente y el ministro repudiaron la medida.
Bolsonaro, incluso, pidió a la población que busque los nombres de los directores que autorizaron la vacunación pediátrica y anunció que no iba a dejar vacunar a su hija Laura, de 11 años.
La decisión del Ministerio de Salud se produce cuando existe 30% de aumento de internaciones por Covid-19 en la mayor ciudad del país, San Pablo, a raíz de la explosión de casos de contagios con Ómicron que no fueron detectadas por las estadísticas oficiales a raíz de problemas informáticos de las plataformas en tiempo real del Ministerio de Salud desde el 11 de diciembre.
«Esta vacuna es diferenciada porque tiene una dosificación especial para los niños», explicó el ministro, quien fue acusado de negacionista por la oposición por su postergación de la inclusión de la decisión de Anvisa al Plan Nacional de Inmunización contra el coronavirus.
Indígenas, inmunodeprimidos, habitantes de los palenques y niños en situación de riesgo tendrán la prioridad.
El público objetivo son 20,5 millones de niños y el primer lote de Pfizer deberá llegar el 13 de enero, con 1,2 millón de dosis, tras lo cual le seguirá otro a fin de mes de 3,74 millones. El espacio entre las dos dosis será de ocho semanas.
En Brasil, el inicio de la vacunación es clave porque las clases comienzan el 31 de enero en las escuelas privadas y el 1 de febrero en las escuelas públicas.
«Será necesario que los niños vayan acompañados a vacunarse por sus padres o responsables», explicó el ministro Queiroga, quien anteayer organizó una audiencia pública en la cual científicos recomendaron la vacunación infantil y otros, aliados de Bolsonaro, se opusieron a la medida.
El gobernador de San Pablo, el estado más poblado del país, Joao Doria, anunció hoy que tiene un plan para vacunar en tres semanas a todos los niños de esa región con 46 millones de habitantes.
Además, Doria dijo que la Anvisa debe decidir un nuevo pedido del laboratorio público Instituto Butantan para aplicar en niños de 3 a 11 años la vacuna Coronavac, del laboratorio chino Sinovac, que fue la primera vacuna aplicada en Brasil el 17 de enero de 2021.Télam