La falta de humedad y las plagas muestran un panorama desalentador para el cultivo de soja en el norte del país. La falta de “Lluvias grandes” no solo hace que algunos agricultores aplacen su siembra, sino que, los que ya empezaron a cultivar, corren el riesgo de que sus semillas no germinen.
Rafael Forlín, CAP Santa Rosa del Monday“Hacia el sur de Alto Paraná, en Santa Rosa y Santa Rita, tuvimos la suerte de tener un poco de lluvia, no fue intensa pero humedeció la tierra y nos permitió alcanzar ya un 80% del volumen de siembra. Sin embargo algunas zonas del norte no tuvieron los mismos volúmenes, como por ejemplo en Minga Guazú, donde la sequía es crítica. Hay muchos agricultores que aún no sembraron nada y esperan las lluvias para empezar sus trabajos” manifestó Rafael Forlin, productor y representante de la Coordinadora Agrícola del Paraguay CAP, filial Alto Paraná.
Alegó que el retraso en la siembra podría impactar con mayor fuerza dentro de cuatro meses, en el segundo periodo de siembra o segunda zafra. “Si la siembra se posterga, todo lo que sea maíz y soja zafriña pueden verse afectados a futuro. Los cultivos del segundo periodo pueden perder su potencial productivo ya que, el maíz tardío sembrado en la mitad de febrero, no tiene el mismo rendimiento que el sembrado en enero” indicó.
Este clima seco, además es propicio para la aparición de orugas, que se encuentran bajo tierra, y su control es muy limitado.” Sólo puede fumigarse de noche, ya que es a la hora en la que más salen. Sin embargo no es tan efectivo porque es muy difícil ubicarlas, ya que se encuentran debajo de la tierra seca. Si hay humedad no le será tan fácil alojarse y su control va a ser más efectivo”, puntualizó