Desde décadas atrás el entrenamiento físico se convirtió en una de las opciones más atractivas para mantener al cuerpo “en forma”, lograr una condición física y estética óptima, pero lo que muchos han olvidado es que una buena rutina de ejercicios es favorecedora para acompañar el tratamiento de ciertos padecimientos.
Sobre este punto, la revista brasileña Exame mencionó algunos de los problemas de salud, también comunes y de gran impacto en la población paraguaya, cuyos síntomas o condición pueden combatirse con entrenamientos adecuados.
1- DIABETES
Es el exceso de glucosa en la circulación lo que establece el problema. Agitar el cuerpo no sólo ayuda a utilizar el azúcar que queda vagando en la sangre sino que también favorece la acción de la insulina, una hormona que abre las puertas de las celdas de la molécula y hace que encienda la energía.
La actividad física disminuye la glucosa en la sangre. La práctica de ejercicios aeróbicos se considera lo más eficaz para mantener el azúcar en sangre bajo control. Se deben sincronizar la dosis y el horario de las drogas con el entrenamiento, y contar con un sobre de azúcar para utilizar en caso de hipoglucemia.
2 – COLESTEROL
Para atacar los niveles de colesterol se recomienda el ciclismo. Dejar atrás el sofá y abandonar el estilo sedentario, contribuye a mejorar el perfil de las partículas grasas que circulan en el cuerpo -que pierden densidad y, por tanto, se establecen en las venas y arterias.
La mayor reducción de fracciones de colesterol parece proceder de prácticas intensas. Si es posible, aumentar el ritmo. Al igual que otros contratiempos que afectan al corazón, es importante consultar a un médico antes de apretar el paso.
3 – OBESIDAD
El entrenamiento personal es un componente importante en la marcha por bajar de peso y evitar el efecto acordeón. Por encima de eso, aplaca las consecuencias del exceso de peso.
Se debe iniciar lentamente y evolucionar gradualmente, para así modular el impacto de las actividades para no herir las articulaciones.
4– CÁNCER
Actualmente se recomienda realizar algunas prácticas deportivas, siempre supervisado por un especialista.
Las directrices internacionales requieren 75 minutos de actividad vigorosa o moderada a la semana 150. Nunca realizar ejercicio sin autorización e iniciar con una rutina ligera de ejercicio cuando las reacciones adversas de los fármacos son más ligeras.
5 – RESPIRATORIO
Dentro de este grupo hablaremos de enfermedades no transmisibles:
•La EPOC. (La enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Si la situación es grave, ir con intervalo de entrenamientos. Dos minutos y un descanso, por ejemplo.
• Asma: Tenga cuidado cuando se entrena en un ambiente muy caliente, frío, polvo o con un olor fuerte.
6 – OSTEOPOROSIS
La debilidad de los huesos por lo general aparece después de los 50 años. Sin embargo, es en la niñez y la juventud cuando hacer ejercicio es más eficaz; por lo que se puede fortalecer el músculo y trabajar la coordinación a través del deporte.
Los niños deben jugar al aire libre o jugar a la pelota, pues el movimiento genera un estímulo que anima a un depósito de calcio en los huesos y reduce la tasa de células que degradan.
Mientras que los adultos también aplacan el proceso de pérdida ósea al no llevar un estilo de vida sedentario. Más que eso, mejoran el equilibrio y evitan caídas.
Se puede utilizar el impacto como un aliado, la natación y el ciclismo, por ejemplo, estimulan el hueso.
7– EPILEPSIA
La Liga Internacional contra la Epilepsia presentó un informe sobre la aplicación del deporte entre las víctimas de este trastorno caracterizado por las emisiones eléctricas anormales entre las neuronas que generan convulsiones.
Se puede apostar en la natación, pero sólo con la constante supervisión de un profesor, además se debe priorizar el ejercicio aeróbico.
8- ARTRITIS REUMATOIDE
Es un mal autoinmune que afecta a las articulaciones. El ejercicio reduce el dolor, conserva la capacidad funcional e incluso protege contra el corazón que se bloquea más frecuentemente en esta población.
El consejo es fortalecer los músculos que rodean las articulaciones. Individualizar entrenamiento bajo las limitaciones. Si le cuesta abrir botellas, por ejemplo, se centran los ejercicios en las manos y el antebrazo.
9 – PARKINSON
La rutina de ejercicios combate la lentitud de movimientos, rigidez muscular e inestabilidad postural. Dependiendo de la secuencia indicada existen modalidades acordes para la respiración, para preservar el equilibrio y otros para caminar.
Siempre que sea posible se debe trabajar en lugares donde haya elementos de apoyo o con alguien que sirva de sostén, trabajar todo el cuerpo para mantener una buena postura y tratar de sostener bastones para estimular los brazos.
10- ESCLEROSIS MÚLTIPLE
La esclerosis múltiple conduce a la destrucción gradual de algunos grupos de neuronas, que afectan a la locomoción, la visión y la autonomía.
Para combatir esta enfermedad se practican aeróbicos acuáticos y otras variantes dentro del agua, ya que esta facilita el movimiento; además durante el proceso de rehabilitación, los ejercicios ayudan muchísimo para preservar los músculos y la capacidad de moverse.
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