Tres sencillas medidas pueden ser suficientes para cuidar nuestro corazón
Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de mortalidad global con 17,5 millones de fallecimientos anuales
Las enfermedades cardiovasculares constituyen a día de hoy la primera causa de mortalidad en todo el mundo. No en vano, son responsables cada año de cerca de 17,5 millones de muertes globales, superando así al cáncer –8,2 millones de fallecimientos–, a las enfermedades respiratorias –4 millones– y a la diabetes –1,5 millones–. Sin embargo, y a pesar del gran impacto de estas patologías del sistema circulatorio, parece que seguimos sin estar demasiado preocupados por nuestro riesgo cardiovascular. Y es que los factores de riesgo que originan su aparición no solo no se están reduciendo, sino que siguen aumentando. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Mundial del Corazón (WHF) celebran cada 29 de septiembre y desde el año 2000 el Día Mundial del Corazón para concienciar e informar a la población sobre la importancia, vital, de la prevención de estos factores de riesgo. Y para la edición de este 2016 han elegido el lema ‘Potencia tu vida’.
Como explica la WHF, «en este Día Mundial queremos que toda la población conozca lo que puede hacer para dotar de energía a sus corazones y potenciar sus vidas. Y es que proporcionar a nuestros corazones el cuidado que se merecen es muy sencillo. De hecho, unas medidas tan simples como serían comer de forma más sana, reducir nuestro consumo de alcohol y dejar de fumar pueden mejorar la salud de nuestro corazón y nuestro bienestar general».
31% de la mortalidad global
En el caso de nuestro país, y por primera vez, las enfermedades cardiovasculares han sido relegadas por el cáncer en 2016 a la segunda posición en la lista de patologías asociadas a una mayor mortalidad. Sea como fuere, siguen siendo responsables de cerca de un 30% del total de los fallecimientos en la población española –y del 31% de todos los decesos a nivel global.
Adiós al tabaco
Pero, ¿no contamos con mejores tratamientos? Pues sí. ¿Y la población no está más concienciada sobre su salud? Pues en el caso de las enfermedades cardiovasculares, parece que no. De hecho, y cuando menos en lo que refiere al conjunto de la población mundial, los factores de riesgo que desencadenan estas enfermedades son cada vez más prevalentes.
Un 80% de las enfermedades cardiovasculares podrían evitarse si se siguen buenos hábitos de vida
Carlos Macaya
Concretamente, la cifra de personas cuya hipertensión arterial no estaba bien controlada creció de 600 millones en 1980 a 1.000 millones en 2008; el número de fumadores ‘activos’ no baja de los 1.000 millones; la prevalencia de personas con diabetes ha aumentado un 50% en solo una década en la gran mayoría de países europeos; y más de 42 millones de niños menores de 5 años y hasta un 10% de la población mundial en edad escolar padece sobrepeso u obesidad. Es más; como alerta la WHF, «en 2010, el 23% de los adultos no fue suficientemente activo».
Es decir, cada vez contamos con mejores terapias para tratar las enfermedades cardiovasculares una vez se han desarrollado, pero parece que no hacemos demasiado para evitar que aparezcan. Todo ello a pesar de que prevenir es y será siempre mejor que curar.
Como incide la Fundación Española del Corazón (FEC), «pequeños cambios en nuestra vida cotidiana como comer y beber de una forma más sana, hacer ejercicio y abandonar el tabaco conseguirían reducir la cifra de muertes anuales prematuras por enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, si continuamos con nuestro estilo de vida actual se calcula que esa cifra no solo no descenderá, sino que alcanzará los 23 millones de muertes anuales en el año 2030».
Cuidarnos más y mejor
Entonces, la solución a este problema parece claro: tenemos que cuidarnos más y mejor. Y para ello, apunta la FEC, «resulta clave prestar atención a nuestra alimentación: controlar el consumo de alimentos con un alto contenido en grasas, grasas saturadas, grasas trans, azúcares y sal; sustituir dulces y golosinas por fruta fresca; incluir en la dieta cinco porciones de fruta y verdura al día; mantener el consumo de bebidas alcohólicas dentro de los límites recomendados; y preparar en casa comida sana para llevar al colegio o al trabajo».
Unos consejos recogidos en el tríptico elaborado por la Fundación y que se suman a la necesidad de realizar un mínimo de 30 minutos de ejercicio físico cinco días a la semana y de conocer y controlar los factores de riesgo cardiovascular, como es vigilar los niveles de glucosa en sangre, la presión sanguínea, el índice de masa corporal (IMC) y las cifras de colesterol.
Beber pero con moderación
Beber pero con moderación- WIKIMEDIA
Como concluye Carlos Macaya, presidente de la Fundación, «un 80% de las enfermedades cardiovasculares podrían evitarse si se siguen buenos hábitos de vida».
Sin embargo, es posible que no toda la culpa sea nuestra y que los políticos no estén haciendo lo suficiente por proteger la salud cardiovascular de la población. Tal es así que la WHF ha exigido una vez más a los gobiernos de todo el planeta que inviertan mayores recursos en el estudio y seguimiento de las enfermedades cardiovasculares.
No en vano, las ineficientes medidas de prevención y el imparable envejecimiento poblacional harán que los costes anuales asociados a estas enfermedades sean aún más desorbitados. Y a día de hoy ya ascienden, según la propia WHF, a más de 863.000 millones de dólares estadounidenses –cerca de 750.000 millones de euros.