Economía paraguaya es, literalmente subencionada por los recursos naturales

El aumento exponencial de la población mundial, y por ende de la demanda de materias primas, ge­nera gran presión sobre los recursos naturales del país.

Los impactos y las consecuencias pueden resultar positivos o ne­gativos, dependiendo del manejo de los recursos naturales y la distribu­ción de las riquezas ge­neradas.

El caso de estudio de Paraguay es un ejem­plo concreto de cómo los recursos naturales representan un tema su­mamente transversal, en cuanto a sus implicancias históricas, económicas, sociales y democráticas. La economía paraguaya es, literalmente, subven­cionada por la naturaleza. El país se mantiene entre los cinco mayores pro­ductores de soja y entre los diez mayores expor­tadores de carne vacuna a nivel mundial.
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EXPANSIÓN DE LA SOJA Y GANADERÍA

La producción de soja y carne se ha asociado con la pérdida y degradación de bosques, por lo tanto, la estrategia de merca­do de WWF, (una de las mayores organizaciones internacionales de con­servación de la naturale­za) en Paraguay apunta a incentivar un cambio en la expansión de la agri­cultura y la ganadería tradicional hacia un pa­norama de la producción agropecuaria sostenible en armonía con la pro­tección y la integridad de todos los ecosistemas.

Por ello Jason Clay, vi­cepresidente Senior de Alimentos y Mercados de WWF-US, explicó pun­tualmente los trabajos que deben hacerse en el país con el objetivo de que la población de alimentos y la conservación del me­dio ambiente coexistan sin ningún inconvenien­te.

“Nunca en la historia humana ha sido tan im­portante buscar el ba­lance entre el consumo y la sostenibilidad. En el futuro vamos a tener que producir más comida con los mismos recursos na­turales que tenemos hoy en día, el problema no es solo el crecimiento de la población sino también el ingreso de cada uno, con ese aumento en ingreso consumimos más, en el año 2050 va a haber 2.000 millones de personas más que es un aumento en la población del 30%. Estas personas van a tener un aumento en sus ingresos que impactará directa­mente en el aumento del consumo”, explicó el ex­perto.
Eso va a traducirse en una duplicación del con­sumo, la pregunta es ¿cómo vamos a producir más con menos? En un futuro vamos a intentar dar comida a los niños sin importar el impacto en el ambiente, los asuntos sociales van a ser siem­pre más importantes que los ambientales, enton­ces nosotros tenemos que anticipar los hechos sociales para tratar de evitar esos conflictos, sostuvo.

TENDENCIA INTERNACIONAL

La tendencia a nivel in­ternacional en lo que se refiere a la producción de carne sostenible se en­cuentra fortaleciéndose, el mercado es más exigente, fundamentalmente por el aumento del interés por parte de los consumidores sobre el origen de los ali­mentos que consumen.

Para esto, es primordial la ejecución de los procesos de certificación y utiliza­ción de la tecnología para la implantación de traza­bilidad de productos donde la forma de producir carne incluya la cría del ganado, su alimentación, el me­dio ambiente, el bienestar animal, entre otros.

“Una de las áreas que estamos trabajando es en la eficiencia para que los productores sean más eficientes y mejorar su calidad de vida y tener más producción.

En el caso de Paraguay se podría convertir soja en proteína animal como pollos, leche, huevos. En vez de exportar el grano en bruto, exportar proteí­na animal.

En el Chaco por ejem­plo se puede producir más carne sin expandir las áreas que se explo­tan actualmente para la ganadería, mejorando los pastizales, que cuen­tan con mayor cantidad de proteína, también se puede producir otros cultivos para alimentar a los animales durante las sequías”, explicó el pro­fesional.

En Paraguay una vaca produce un ternero cada dos años y eso se pue­de mejorar, usar mejor genética que reduce los tiempos de crecimiento del ganado para llevarlos al matadero y poder ma­nejar los potreros de una menor manera, sentenció Jason Clay.

Actualmente, países como Estados Unidos, Australia, Canadá y Nue­va Zelanda ya cuentan con procesos de producción sostenible, reconocidos localmente y también por los países importadores.

Fuente: 5 días

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