El general retirado Ramón Benítez, excomandante de la FTC, consideró que la lucha contra el EPP no prospera por los sucesivos cambios en el comando, que se disponen por “capricho” del general Gonzaga Garcete, comandante de las FF.MM.
Ramón Benítez, excomandante de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y actualmente en situación de retiro, realizó una reflexión sobre el último cambio en el comando del grupo encargado de la lucha contra el EPP, en el Norte. En la víspera, el presidente Cartes dispuso la remoción de Martín Cáceres y en su reemplazo nombró a José Ramón Alvarenga Jara.
En contacto con radio ABC Cardinal, el militar retirado lamentó los sucesivos cambios, que -a su criterio- no permiten un combate efectivo contra los criminales instalados en Concepción y San Pedro. “Cómo se va a enfrentar una lucha si comenzamos de cero”, manifestó al referirse a que los comandantes de la FTC duran apenas nueve meses en promedio.
En otro momento, mencionó su caso en particular. Fue removido en marzo de 2015, sin siquiera haber completado ocho meses al frente de las fuerzas. “Teníamos un trabajo bien identificado, bien planeado, y estábamos en la ruta para llegar a este grupo criminal (el EPP) hasta que me cambiaron sin ninguna explicación”, refirió.
Aseguró que durante su gestión hubo “resultados contundentes” contra la banda ACA, un desprendimiento del EPP. “Teníamos los resultados, estábamos teniendo resultados y era cuestión de tiempo (para llegar a las cabecillas del EPP)”, manifestó para luego reafirmar que “claro que se le puede llegar al EPP”.
Al ser consultado sobre más detalles del motivo de su remoción, evitó ahondar inicialmente y se limitó a señalar que “hay que preguntarles a los que me cambiaron por qué me cambiaron. Tengo conocimiento sobre el motivo de mi cambio, pero no quiero entrar en ese campo”, manifestó.
Finalmente, apuntó al comandante de las Fuerzas Militares, Luis Gonzaga Garcete. “Estoy seguro de que me cambiaron por directivas del señor comandante Gonzaga Garcete”, aseveró. Según consideró, “había una persecución hacia mi persona”, debido a que “el general Garcete dijo en filas militares que yo le falté el respeto”.
Al señalársele los sucesivos cambios que persistieron aun luego de su salida, indicó que “acá hay injerencia y se busca acomodar todo a un capricho personal. Cuando se pretende imponer caprichos personales en las tareas… Eso no condice con la tarea militar”, manifestó.
Con respecto a su opinión en torno al flamante comandante de la FTC, indicó que “la situación no pasa por cambiar y cambiar de comandante. Esto es un retroceso de todo el trabajo que se viene realizando en el Norte; la cuestión pasa por otras cosas mucho más importantes, como la falta de tecnología, la falta de un comandante idóneo y la falta de inteligencia eficaz”, agregó.
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Al consultársele sobre la formación de Alvarenga, indicó que “yo nunca lo he visto a él formar parte del grupo de lucha contra estos grupos criminales, en el terreno. Cuando hablo de idóneo, debe tener conocimiento de operaciones especiales; la moral de las tropas tiende a bajar cuando el comandante no tiene ese conocimiento”, refirió.
Indicó que el nuevo máximo jefe de la lucha contra el EPP “puede tener conocimiento doctrinario a través de lecturas, capacitación. Pero es diferente conocer el terreno, tener el camino recorrido en materia de lucha contra estos grupos criminales; teoría puede”, ratificó. Insistió en que “muchos dicen que el comandante está para dar órdenes y comandar, pero la cuestión no pasa por solo dar órdenes, sino por acompañarle al personal en la lucha contra los grupos criminales”.
