El pequeño país que aplastó a la mayor tabacalera del mundo
El producto interno bruto de Uruguay de US$ 53.000 millones representaba aproximadamente dos tercios de las ventas anuales del gigante tabacalero en el 2015 y su presidente recién electo era un septuagenario fumador empedernido.
Marlboro es la marca de cigarrillos más prestigiosa de la firma Philip Morris.
COMENTARIO
Carol Hymowitz y
Jeff Green
Sin embargo, el pequeño país sudamericano, mejor conocido por ser el primero en legalizar la marihuana, no estaba simplemente alardeando. El 8 de julio, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, tribunal arbitral dirigido por el Banco Mundial, dictaminó que Uruguay no solo tenía el derecho de continuar con sus claros mensajes publicitarios antitabaco, sino que también ordenó a Philip Morris a indemnizar al país con cerca de US$ 7 millones en concepto de gastos judiciales por la extensa batalla legal.
GOLPE EMPRESARIAL
Más que un golpe para su poderío empresarial, la decisión unánime del organismo comercial con sede en Washington también marcaría un punto de inflexión en la pulseada mundial entre las grandes tabacaleras y sus contendientes. Poco tiempo después de la decisión unánime, los activistas antitabaco comenzaron a reaccionar. “Recibí llamadas telefónicas de casi todas partes”, dijo Eduardo Bianco, cardiólogo uruguayo, presidente del Centro de Investigación de la Epidemia de Tabaquismo, un grupo antitabaco. “Estamos casi seguros de que pronto veremos a otros países adoptando medidas más agresivas para proteger la salud pública”.
Lo que captó la atención del caso de Uruguay fue la gesta de un país pequeño sobre una multinacional.