Cuanto mayor es el escándalo, más suben las acciones en Brasil
En Brasil, que posee el mercado accionario alcista más grande del mundo, irónicamente son las compañías alcanzadas por los escándalos de corrupción las que lideran el auge.
En Brasil, que posee el mercado accionario alcista más grande del mundo, irónicamente son las compañías alcanzadas por los escándalos de corrupción las que lideran el auge.
Si bien el índice de referencia Ibovespa subió 25 por ciento este año, un índice ponderado de Bloomberg de diez compañías involucradas en numerosas investigaciones del país por corrupción –llamémoslo el índice de los chicos malos de Brasil– trepó 40 por ciento. Es más, supera en desempeño a un segundo grupo cuyas prácticas de gestión cumplen con los máximos estándares de administración y sostenibilidad del operador local de mercados de valores. El indicador de Bloomberg, que incluye al coloso petrolero estatal Petróleo Brasileiro SA y la empresa eléctrica conocida como Eletrobras, ha dado tres veces el retorno de sus pares sin mancha.
Lo que impulsa el auge de muchas de estas acciones es precisamente lo que hace años se veía como un factor negativo: el gobierno de Brasil. El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, suspendida en sus funciones, fue criticado por el mercado por obligar a Eletrobras a bajar el precio de la electricidad y usar a Petrobras como herramienta de política. En tanto un nuevo gobierno toma el mando y ella enfrenta un juicio político, los inversionistas han llevado el índice Ibovespa a tener las alzas más grandes del mundo este año en los principales índices accionarios, apostando a que mejorará la gestión de las empresas y que lo más grave de las revelaciones ya ha salido a la luz.
“Esas acciones sufrieron un fuerte golpe el año pasado, posibilitando que los operadores especulativos aprovecharan su liquidez”, dijo Adeodato Volpi Netto, responsable de mercados de capitales de Eleven Financial Research de São Paulo. Sin embargo, la gestión empresarial es un punto primordial para los inversionistas, y las acciones podrían volver a convertirse en grandes perdedoras si se percibe que las cosas no mejoran, agregó.
Han pasado más de dos años desde que Petrobras, como se conoce a la compañía petrolera, se vio envuelta en el gran escándalo de corrupción conocido como Lava Jato, y la acción sigue un 24 por ciento más baja desde entonces, aun después de un alza de 55 por ciento este año. Otro miembro, el banco de inversión Grupo BTG Pactual, cuyo fundador, André Esteves, fue encarcelado en noviembre pasado por presuntamente haber obstruido la investigación de Petrobras, también se recuperó este año pero sigue alrededor de un 45 por ciento más bajo desde la detención.
Pero, por cada acción del índice que se vio afectada, hay una compañía cuya relación con las investigaciones parece haber sido registrada mínimamente por los inversionistas. Banco Bradesco SA, el segundo de Brasil por valor de mercado, subió 12 por ciento desde que su máximo responsable y otros dos ejecutivos en mayo fueron acusados de irregularidades por la policía federal en una investigación sobre fraude fiscal. La siderúrgica Gerdau SA dio un salto del 66 por ciento desde que fue involucrada en la misma investigación en febrero. Y Eletrobras, cuyo ex director de energía nuclear fue acusado en julio de 2015 de recibir sobornos de las constructoras, casi se ha triplicado desde entonces