La Itaipu, a través de la Superintendencia de Gestión Ambiental, insta a respetar esta restricción para ayudar a preservar las diferentes especies acuáticas en su proceso de reproducción. De esta manera, se podrá asegurar que completen su ciclo de vida y contribuyan al aumento de las poblaciones de forma natural.
El pasado lunes, 4 de noviembre, se inició el período de veda pesquera establecido por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), con el objetivo de precautelar la reproducción de peces en los cauces compartidos con Brasil y Argentina.
Los profesionales de la Entidad explicaron que, en esta época del año, los peces y otros organismos acuáticos se concentran en áreas específicas para reproducirse. Si se capturan ahora, el éxito de sus ciclos reproductivos se ve gravemente afectado.
La veda en esta época busca proteger a las especies migratorias de interés comercial, permitiéndoles completar su ciclo reproductivo y asegurar así la continuidad de futuras generaciones.
Mediante la Resolución N° 463/2024, se estableció el periodo de veda pesquera desde el 4 de noviembre de 2024 hasta el 20 de diciembre del presente año para las aguas compartida con Argentina y ríos interiores. En lo que refiere a las aguas compartidas con Brasil, la restricción se extenderá hasta el 31 de enero de 2025.
Esta resolución rige para todo el país e incluye las modalidades de pesca deportiva y comercial. En este plazo no se podrá pescar en aguas compartidas entre ambos países que comprenden los ríos Paraná, Paraguay y Pilcomayo, así como aguas interiores.
Durante la vigencia de la medida está también prohibida la comercialización, la extracción y el transporte de los productos pesqueros.
El Mades establece sanciones para aquellos que realicen actividades de pesca durante los períodos de veda, ya que estas son medidas cruciales para la conservación de las especies acuáticas y la sostenibilidad de los recursos pesqueros.
Desde la División de Áreas Protegidas de Itaipu se solicita a la población que colabore y, de esa manera, proteger a los peces en peligro de extinción. Esto permitirá en un futuro continuar consumiendo especies nativas, apoyar a las personas que viven del comercio y disfrutar de la pesca admirando la variedad de animales en las aguas del embalse de la Binacional.
