Banco Mundial ajusta al alza proyección de crecimiento para la economía paraguaya

El Banco Mundial actualizó este miércoles sus proyecciones de crecimiento económico para la región en este 2024 y prevé un aumento de 3,9 % para el producto interno bruto (PIB) nacional, levemente superior a la estimación oficial (3,8 %). Se trata de una de las tasas más altas en América Latina, pese al complejo panorama que enfrenta la región, que aún se enfrenta a ciclos de escaso crecimiento, desequilibrios fiscales y el desafío de reducir la deuda, además de combatir la inflación.

Hasta el cierre del primer semestre, el organismo internacional había proyectado para el país un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 3,8 %, que finalmente se elevó al alza este miércoles en el marco del informe “Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento”, donde se expusieron además conclusiones sobre los sistemas de tributación vigentes en los países latinoamericanos y sus consecuencias sobre la inversión, la inflación y el mercado laboral.

Mientras el organismo proyecta que el PIB nacional registrará una expansión del 3,9 %, en un contexto de bajo crecimiento regional, la tasa local se destaca en la región y se ubicaría por encima de países como Uruguay (3,2 %), Perú (3,1 %), Chile (2,5 %), Brasil (2,8 %) y Argentina (-3,5 %). De este modo, se calcula que Paraguay tendrá un mejor desempeño que sus países vecinos y sus resultados económicos serán superiores al promedio regional, que fue ajustado al alza.

En general, se espera que América Latina y el Caribe continúe con una trayectoria de bajo crecimiento en 2024, a una tasa promedio del 1,9 %. Por el contrario, para 2025 se espera un crecimiento mayor, del 2,6 % en toda la región. Este repunte se explicaría, en particular, por el desempeño de América del Sur, donde nuevamente se destaca Paraguay, con un crecimiento de 3,6 % para el año siguiente.

Análisis regional

Según los pronósticos del Banco Mundial, el crecimiento a nivel regional en 2024 (1,9 %) y 2025 (2,6 %) no “será suficiente” para reducir la pobreza o facilitar la movilidad social, aunque se espera que la baja de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos sirva como un bálsamo para la economía regional.

Así, para dejar atrás el ciclo de bajo crecimiento, se enfatizó en que la región debe aprovechar este “momento clave” y “atraer las inversiones necesarias para el desarrollo sostenible, fomentar la innovación, construir capital humano, crear más y mejores empleos”. Se subrayó igualmente los desafíos persistentes como corregir los desequilibrios fiscales y reducir la deuda.