La víctima es una exreina de belleza suiza. El informe revela que su esposo demostró “un nivel notablemente alto de energía criminal, falta de empatía y sangre fría”.
El miércoles pasado, el Tribunal Federal de Suiza denegó la solicitud de libertad del esposo de Kristina Joksimovic, quien fuera finalista de Miss Suiza en 2007 y apareció muerta en su hogar de Binningen a principios de año. La decisión ha revelado nuevos y perturbadores detalles sobre el caso.
El 13 de febrero, las autoridades arrestaron al esposo de Joksimovic, de 41 años, tras hallar el cuerpo de la mujer, de 38 años, descuartizado. Inicialmente, el hombre alegó que encontró a su esposa muerta y, en un impulso de pánico, desmembró el cuerpo. Sin embargo, un mes después, durante la reconstrucción del crimen, admitió haberla matado en defensa propia, alegando que ella lo atacó con un cuchillo durante una discusión.
La autopsia desmintió la versión del esposo, revelando que Joksimovic había sido estrangulada antes de ser desmembrada con una sierra de calar, tijeras de jardinería y un cuchillo. Algunas partes del cuerpo fueron trituradas con una licuadora industrial y disueltas en una solución química.
Los fiscales han señalado que hay “evidencias claras de enfermedad mental” en el esposo, quien mostró “un elevado grado de criminalidad, falta de empatía y frialdad” tras asesinar a la madre de sus dos hijos. Además, las pruebas indican que el hombre ya había estrangulado a Joksimovic previamente, según intervenciones policiales en 2023 por casos de violencia doméstica en el hogar de la pareja.
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