La Audiencia Provincial de Madrid dictó un auto con el que permite a una mujer continuar con un tratamiento de fecundación in vitro con el semen de su marido aunque haya pasado ya mas de un año desde que el hombre falleció, que es el periodo máximo que señala la legislación española.
Acaba así el periplo judicial de la mujer, que primero tuvo que luchar en su país de residencia, Alemania, para poder traer el material genético de su pareja a España, donde se permite la inseminación post-mortem, y luego, tras una primera inseminación fallida, no pudo continuar con el tratamiento por el límite temporal que marca la legislación española.
El marido prestó su consentimiento antes de fallecer
Según informó el bufete Ayuela Jiménez, encargado del caso, en el centro de este proceso civil está el artículo 9.2 de la Ley española sobre técnicas de reproducción humana asistida, que establece que, antes de fallecer, el marido podrá prestar su consentimiento “para que su material reproductor pueda ser utilizado en los 12 meses siguientes a su fallecimiento para fecundar a su mujer”.
En el auto, al que tuvo acceso EFE, se repasa la historia de la pareja, de nacionalidad italiana y residente en Hamburgo.
En el otoño de 2018, al hombre se le detectó un tumor cerebral y, antes de la radioterapia, la pareja decidió crioconservar varias muestras de semen en una clínica.
Traslado del semen a España
Al agravarse su situación y como la fecundación in vitro post morten no es posible en Alemania, a principios de diciembre de 2020 solicitaron trasladar el material germinal a un centro español, con el que firmaron un nuevo contrato.
El hombre murió días después, el 16 de diciembre de 2020, y comenzó la batalla judicial de la mujer, ya que la clínica alemana se negó en principio a entregar el material genético. El semen llegó finalmente a la clínica española el 7 de diciembre de 2021 y el día 15 -dentro del plazo de los doce meses- se realizó una transferencia embrionaria a la mujer, que en enero sufrió un aborto espontáneo.
Un juzgado de primera instancia de Madrid dictó un auto denegando su solicitud para realizar nuevos intentos, pero la Audiencia Provincial Civil le dio la razón y rechaza una interpretación de la ley “rigurosa, distante de la realidad médica y ajena al propósito perseguido por la pareja”.
El tribunal autoriza usar el material genético
Tras recordar que la clínica alemana casi agotó el plazo de doce meses desde la muerte del hombre y que aún quedan muestras de semen, el tribunal destaca que el procedimiento se inició dentro del plazo legal y sostiene que “los nuevos intentos de uso de dicho material para conseguir pre embriones no son sino una continuación, algo que forma parte del mismo proceso, y por ello debe autorizarse hasta agotar el citado material”.
A su juicio, prohibirlo generaría una situación “paradójica, pero sobre todo injusta” para la pareja, ya que la mujer podría lograr un hijo por fecundación in vitro “solo si recurriera al material genético de un tercero anónimo (donado), pero no de quien fuera su pareja”.
Además de la documentación aportada, la Audiencia destaca los testimonios “absolutamente fiables” de los padres y la única hermana del hombre, que confirmaron su voluntad, con lo que no se prevén conflictos en materia de sucesiones.
EFE