Los dos principales pilares del manejo de la lumbalgia son la educación del paciente en su patología y el ejercicio terapéutico que debe ser adaptado a sus capacidades funcionales. La lumbalgia, llamada coloquialmente “lumbago”, es el dolor de la zona baja de la espalda (columna lumbar) situada entre las últimas costillas y la zona glútea.
El manejo en general de la lumbalgia tiene como base actualmente la educación de su patología. El manejo de la terapia principalmente es dinámico, actualmente ya se abandonaron las terapias estáticas en camilla y lo que se hace es evaluar, conocer las limitaciones del paciente y en base a eso hacer un plan de trabajo principalmente en el ejercicio terapéutico.
Primero se le debe educar al paciente en su patología, primero para saber la diferencia entre dolor y molestia. Lo que se asemeja es que ambas sensaciones son desagradables, pero el dolor no permite seguir o modifica la función. Sin embargo, la molestia, por más desagradable que sea, permite continuar, detalló un especialista del Hospital de clínicas.
Una vez que el paciente comprenda la diferencia, ante el dolor debe modificar la intensidad del ejercicio o suspender. Los ejercicios deben ser adaptados a las capacidades funcionales del paciente, pueden ser realizados de manera vertical u horizontal.
Los ejercicios pueden ser iniciados en la cama, donde se enseñan los ejercicios respiratorios y los rolados, es decir, cómo va a girar el paciente en la cama; técnicas de ganancia, de rango articular y paulatinamente se le va llevando al paciente de la cama a la silla para sentarse, acotó.
El paciente ya podrá avanzar haciendo ejercicios sentados en la silla y luego parado. Así, eventualmente pasará de ejercicios estáticos a ejercicios dinámicos. Además, podrá realizar la reeducación de la marcha y una vez que termine el ciclo de ejercicios y de educación, se hace un ‘protocolo anti-caídas’, para evitar el mayor motivo de morbimortalidad del adulto mayor.
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