Por tercer mes consecutivo, el precio del oro se mantiene por encima del nivel de 2.300 dólares por onza troy. Al mismo tiempo, pese al crecimiento del coste de ese metal precioso, los bancos centrales de los mercados emergentes están abandonando el dólar y el euro en favor del oro. Expertos creen que eso no se debe a un único factor: los elevados riesgos geopolíticos.
A mediados de junio, las cotizaciones del oro en el mercado mundial se establecieron cerca de la marca de 2.340 dólares por onza troy (31,1 gramos), que es solo un 4,5% por debajo del máximo histórico fijado el 20 de mayo, pero un 13,5% por encima del valor de finales de diciembre de 2023. El principal factor para mantener altos los precios del metal noble siguen siendo los elevados riesgos geopolíticos, a los que se suman, además de los conflictos de Ucrania y Oriente Medio, el deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y China.
De acuerdo con una encuesta realizada en junio por Bank of America estadounidense, el 29% de los encuestados señaló este riesgo como el principal para la economía mundial en los próximos 12 meses. En este contexto de inestabilidad, los bancos centrales de todo el mundo han aumentado activamente sus reservas de metales preciosos. Así, según los datos del Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés), a finales del primer trimestre de 2024, los reguladores financieros adquirieron casi 290 toneladas del metal, cifra comparable a la del mismo periodo de 2023.
Los principales compradores fueron los bancos centrales de los mercados emergentes como Turquía (30 toneladas), China (27 toneladas) y la India (19 toneladas). «Una reciente encuesta del WGC mostró que el 29% de los bancos centrales tienen la intención de aumentar las reservas de oro en los próximos 12 meses, a pesar del alto coste del metal precioso», recordó la experta en inversiones, Natalia Pírieva.
En su opinión, como consecuencia de las compras a gran escala de los bancos centrales mundiales, los precios del oro podrían subir desde los valores actuales y alcanzar los 2.600 dólares por onza a finales de 2024. Aunque haya factores que frenen el alza, como la estricta política monetaria de algunos bancos centrales, principalmente la Reserva Federal, las medidas específicas de los países occidentales solo contribuirían a reforzar el papel del oro y al aumento de su cotización.
Por ejemplo, las restricciones impuestas por EEUU y el Reino Unido a la Bolsa de Moscú el 12 de junio han hecho imposible que el dólar y el euro sigan cotizando en la misma. Dado que el volumen de operaciones con metales aumenta en tales condiciones, el oro puede servir de alternativa a estas divisas. Con arreglo a la Bolsa de Moscú, el volumen total de transacciones de metales preciosos durante la semana ascendió a 49.144 millones de dólares, un resultado récord desde julio de 2023.
Por otro lado, la presión sancionadora ejercida por Estados Unidos y la Unión Europea sobre países como Rusia, Cuba o Venezuela debilita la confianza en las monedas occidentales e impulsa a los bancos centrales de todo el mundo a diversificar sus reservas de divisas, alejándolas del dólar en favor del oro. “El aumento de la incertidumbre geopolítica estimula a los bancos centrales a diversificar sus reservas y dejar de invertir en los bonos de Estado estadounidenses y europeos”, resumió el experto bancario, Mijaíl Vasíliev.
Fuente: Sputnik