Según los medios italianos, el líder de la Iglesia católica supuestamente habría sido “categórico” al comunicar a los obispos que “no deben admitirse personas homosexuales en los seminarios”.
La respuesta del Papa Francisco llegó después de una pregunta formulada por un obispo que solicitó ser aconsejado respecto a cómo actuar ante la situación en que una persona abiertamente homosexual solicite la ser orden para convertirse en sacerdote. El Papa le respondió que por experiencia, es mejor que no entren en el seminario, pues “suelen mantener una doble vida” que hace que sufran tanto ellos como quienes les rodean.
El pontífice, de nacionalidad argentina, supuestamente utilizó la palabra ‘Frocciagine’, una palabra despectiva y ofensiva en italiano, equivalente al “mariconeo” o “mariconería” en español. Sin embargo, pidió a los obispos que “acompañen” con “respeto y delicadeza” a los seminaristas rechazados.
El Vaticano emitió un pronunciamiento señalando que el Papa no hablaba italiano en su familia, sino piamontés, por lo que no sabía que el término es ofensivo. Según el medio ‘Corriere della Sera’, los obispos presentes consultados dijeron que la frase fue recibida “con algunas risas incrédulas” y que “era evidente” que el Papa no era consciente de lo ofensiva que resulta esa palabra en italiano.