Con la aparición televisiva del narco Sebastián Marset, quien se encuentra prófugo, pero se cree que está oculto en territorio nacional, queda en evidencia que la gobernabilidad del espacio aéreo paraguayo queda “al aire libre” y en manos del crimen organizado.
¿Sabemos o no lo que transita por el espacio aéreo paraguayo? Es una de las interrogantes que surgen tras la aparición televisiva de Sebastián Marset y las declaraciones de la periodista uruguaya del programa Santo y Seña, del Canal 4 de Uruguay, que entrevistó al narcotraficante.
En relación con esto, en radio Monumental 1080 AM, el ex titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) Félix Kanazawa explicó que existen dos tipos de radares: los primarios y secundarios.
El radar secundario es un aparato activo, es decir, que la aeronave necesita una señal emitida desde tierra para responder.
Sin embargo, el radar primario emite una señal electromagnética y rebota por el fuselaje de la aeronave que está volando de forma irregular.
Se entiende que una aeronave es irregular cuando no tiene el transponder encendido. Para que funcione el radar secundario se necesita que el piloto encienda manualmente dicho dispositivo.
Respecto a los radares primarios, puntualizó que hay de aplicación civil y otros de aplicación militar. Estos últimos tienen especificaciones técnicas que cumplen ciertas normas.
Actualmente, la Dinac cuenta con un radar primario instalado en la base aérea de Concepción y, de acuerdo con sus especificaciones técnicas, está enfocado en aeronaves civiles.
Los radares primarios de aplicación militar tienen otro tipo de banda, que son frecuencias más bajas.
Actualmente, en Paraguay no se tienen radares primarios con especificaciones militares.
Por otro lado, afirmó que en el país es nula la cobertura real de radares para monitorear aviones, vuelos y operaciones del crimen organizado.
“Para que se pueda optimizar el uso efectivo de los radares primarios con aplicación militar, se tiene que planificar de manera inteligente y con varias instituciones, de manera a saber la franja en la cual operan estas aeronaves irregulares”, se explayó.
De acuerdo con los datos que había recabado, el ex titular de la Dinac dijo que Argentina, Bolivia y Brasil tienen cubiertas sus fronteras con radares primarios.
El ingeniero señaló que cualquier tipo de aeronave legalmente constituida se tiene que declarar a través de un plan de vuelo.
Radar de la Fuerza Aérea funciona a medias
La Fuerza Aérea Paraguaya tiene dos radares 3D que fueron adquiridos de una empresa israelí en el 2011. Cuentan con un alcance de 50 millas (80 kilómetros), pero actualmente no están operativos al 100%.
Uno de esos aparatos mencionados funciona a medias y solo tiene un alcance de 20 millas (32 kilómetros), dijo a la misma emisora el general de división aeronáutica Julio Rubén Fullaondo Céspedes, comandante interino de la Fuerza Aérea Paraguaya.
Con este radar funcionando a medias, el cielo paraguayo solo tiene un 3% de cobertura. Ya en el 2017 comenzaron a tener problemas y es costoso repararlos.
Fullaondo Céspedes manifestó que, para dar una buena cobertura en todo el territorio nacional, se necesitan nueve radares 3D.
Investigar el tránsito aéreo irregular es complicado
Por otro lado, el director de Aeronáutica de la Dinac, José Chávez, expuso que la institución tiene como finalidad el control del tránsito paraguayo, “enmarcado dentro de las reglamentaciones y todo aquel que vuela dentro de las normas”.
Chávez confesó que investigar lo que es un tránsito aéreo irregular “es bastante complicado”, ya que “el que anda en la ilegalidad va evadiendo todos los controles”.
“El que vuela en un marco de irregularidad no tiene encendidos los equipos para que pueda ser rastreado”, dijo e informó que Dinac no dispone de un radar primario para detectar aeronaves que están volando sin comunicación.
“Creo que para el año que viene estaríamos adquiriendo un radar primario para nuestra estación de Mariano Roque Alonso. En este momento no tenemos la capacidad de observar el tráfico ilegal que se desarrolla en territorio paraguayo”, enfatizó.
Mientras tanto, el paradero de Marset sigue siendo una gran interrogante y suena el nombre de Paraguay como su posible escondite, pero la Policía Nacional “no maneja información puntual” al respecto.
La periodista uruguaya que lo entrevistó utilizó dos helicópteros para llegar hasta el lugar donde se encontraba el confeso capo narco.
Marset es uno de los objetivos del operativo A Ultranza, uno de los mayores de la historia de Paraguay, que se puso en marcha en febrero del 2021.
Había sido detenido en setiembre de ese mismo año en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, con un pasaporte de contenido falso. Reapareció en julio de este año en Bolivia, donde se escapó de las autoridades.