¿Dormir o no con la pareja? Así afecta este hábito a la calidad del sueño

La calidad del sueño es un factor crucial para la salud del organismo y puede verse afectada, tanto para bien como para mal, por la decisión de compartir la cama con la pareja. Lejos de las costumbres, optar por acostarse a dormir por separado también puede aportar múltiples beneficios al bienestar general y de la dinámica de la pareja.

Según análisis sobre el vínculo entre la salud y el sueño, elaborados por la Universidad de Arizona en Estados Unidos, dormir con la pareja puede aportar una sensación psicológica de seguridad debido a la liberación de la oxitocina, la hormona del amor, que contribuye a mejorar la calidad del sueño. Dormir con la pareja también se asoció con menor riesgo de padecer depresión, ansiedad y estrés, además de un mayor apoyo social y satisfacción en la relación.

Más allá de los beneficios, los hábitos de sueño de cada pareja juegan un factor determinante en la dinámica de la relación y el sueño. Los tres problemas más comunes que se reportan cuando se duerme en pareja son desacuerdos acerca de la temperatura, la televisión y los ronquidos. Todos estos componentes afectan la calidad de sueño individual y pueden ser la causa de estrés, además de otros problemas.

Pensando en la salud del sueño, no siempre hay que descartar la opción de dormir por separado. Muchas veces, se puede poner en duda esta decisión por miedo a perder la intimidad con la pareja, aunque explorar esta alternativa puede resultar muy saludable. Lo importante es lograr un equilibrio entre el tiempo de calidad en pareja y un buen descanso por separado.

Además de mejorar la calidad del sueño, que está asociado con el bienestar emocional y un sistema inmunológico más fuerte, priorizar la calidad del descanso puede crear una mayor conexión entre las parejas, reducir las discusiones, proporcionar más tiempo para uno mismo y mejorar la comunicación, de acuerdo con el estudio.

LA NACION