Agencia IP.- El director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Jaime Saavedra, indicó la necesidad del compromiso político de generar las capacidades de gestión y burocracias correctas en los sectores sociales, de manera que todo maestro y que todo director de escuela sea contratado en función a sus capacidades y de manera meritocrática y nunca de manera política.
Fue durante el programa Plaza Pública DENDE, donde se analizó el tema “La crisis de la educación: Pasar del discurso político al real. Compromiso político para superarla», moderado por Yan Speranza.
Saavedra, economista, docente, director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, y exministro de Educación de Perú en dos gobiernos, explicó que en los últimos 40 años en América Latina hubo una expansión y un mayor interés porque la educación llegue a las masas y se observa que las tasas de escolaridad han crecido en toda la región.
La educación primaria tiene una cobertura de casi el 100 % en todos los países de América Latina, y la educación secundaria presenta coberturas de entre el 70 % y el 80 %, debido al abandono a lo largo del ciclo escolar.
Comentó que este aumento de la cantidad de alumnos en las escuelas, así como de maestros, para atender esas escuelas no fue acompañado por el nivel de gasto por alumno. Agregó que se mantuvieron los niveles de gasto, pero repartidos en más alumnos y más maestros. “Hoy en la región se gasta, en promedio, 1.200 dólares por alumno en la primera; ese número en Paraguay es 700 dólares, mientras que en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) es de 8.000 dólares”, comparó.
A ello suma que si bien hubo una expansión de la educación secundaria, fue a un doble o a un triple turno, con lo cual cada alumno de secundaria asiste a clases de solo tres a cuatro horas. Otra problemática planteada por el exministro de Educación de Perú es que no se ha invertido lo suficiente en la preparación de los docentes. Añadió que no se puede brindar una mejor educación si no mejoran los incentivos a los maestros, ni se busca que estos internalicen la importancia de su rol.
Expresó que en el discurso político la educación es prioritaria, importantísima y la clave del desarrollo, pero no hay compromiso real por mejorarla. “Además de ese compromiso, necesitas un alineamiento político, no sólo del Ejecutivo, sino del Congreso, los sindicatos, los proveedores privados, los padres de familia, que todos actúen en términos de definición de políticas en función única y exclusivamente al bienestar del niño”, apuntó.
Inversión en primera infancia
Sobre la inversión en la primera infancia, Saavedra dijo que hay muchísima evidencia científica de la importancia que tiene el cuidado de la madre durante el embarazo y del niño durante los primeros 8 años de vida, así como de brindarle un conjunto de servicios y de estímulos al infante que permitan su desarrollo neuronal.
Señaló la importancia de que instituciones como los ministerios de Educación, Salud, Desarrollo Social y de la Niñez trabajen en conjunto y cumplan con distintas funciones y servicios para atender al niño durante esos primeros años de vida, alineados con el foco del desarrollo infantil temprano.
Expresó que en este punto hay países que han avanzado en la educación pre primaria. Puso como ejemplo a Paraguay, donde un 50 % de los niños de entre 3 y 5 años están matriculados en el Jardín o Preescolar. “No está mal 50%, pero debería ser 100. Hay una mejora sustancial y eso tiene que continuar, pero eso no es suficiente: 3, 4 y 5 años no es suficiente, tienes que invertir también del año 0 a 3 años, y es muy claro ahora la evidencia que la inversión en esos 3 primeros años o en esos primeros 6 años tienen un impacto de los chicos en el rendimiento en primaria, tiene un impacto en el hecho que los chicos continúen y completen su ciclo su ciclo escolar hasta el final de la secundaria, y tiene un impacto en la adultez”, manifestó.
Expresó que para poder implementar una política pública en los sectores sociales, se necesita buen diseño, recursos, alineamiento político y capacidad de implementación.
“Lo conversábamos con el presidente (Santiago Peña) y con el ministro de Educación (Luis Ramírez), como que ya sabemos cómo funciona una escuela bien y sabemos cuáles son los requisitos mínimos para que la escuela tenga las condiciones para que el niño aprenda, la receta la sabemos. El problema es que tenemos que implementarlos en las 7.000 escuelas que hay en el Paraguay. Y entonces ya no es un reto saber qué es lo que hay que hacer, sino es un reto de gestión, es un reto de logística y de capacidad administrativa”, aseveró.
Priorizar la formación por sobre la política
Saavedra indicó la necesidad del compromiso político de generar las capacidades de gestión y burocracias correctas en los sectores sociales, de manera que todo maestro y que todo director de escuela sea contratado en función a sus capacidades y de manera meritocrática y nunca de manera política.
Puso como ejemplo el caso de la provincia de Mendoza, Argentina, que logró una mejora sustancial en aprendizaje tras regresar a las escuelas luego de la pandemia, anteponiendo el bienestar de los niños.
Otro caso citado por el exministro peruano es el del estado de Ceará, Brasil, que empezó en el municipio de Sobral, donde también hubo el compromiso político de tomarse en serio la educación.
Comentó que como primer punto decidieron cambiar el proceso de selección de directores de las escuelas y de maestros a un proceso meritocrático, y en segundo lugar se aseguraron de que todo niño recibiera materiales, que todo profesor tuviera sesiones de aprendizaje, decidieron medir los aprendizajes continuamente para que cada maestro supiera la trayectoria de aprendizaje de cada de cada chico, y además mejoraron los métodos, utilizando un método fonético para enseñar a la lectura.
Expresó que todo esto se hizo sin grandes cambios presupuestales, ya que el punto central se basó en decisiones técnicas y se utilizaron los métodos de enseñanza funcionan. “Quitar a la política de la decisión educativa, es una decisión política. Eso yo creo que es el tema clave, que todas las decisiones tienen que ser técnicas en función a los intereses y al bienestar de los niños y de los jóvenes. No en función a los intereses del sindicato, de los proveedores, de la burocracia, del partido, los intereses de ninguno de esos actores, debe ser lo que prevalece, tienen que ser decisiones técnicas en función a lo que necesitamos para mejorar la calidad de educación”, insistió.
Refirió que darle las mismas oportunidades a todos implica que tienen que acabar la primaria con las competencias fundamentales en matemáticas y razonamiento matemático y que todo niño pueda leer bien al final del ciclo primario, pero que esto también implica destinar mayores recursos a aquellos alumnos que viven en el sector rural o tienen capacidades diferentes.
Señaló la importancia de hacer evaluaciones censales anuales, de manera a contar con datos de aprendizaje de cada uno de los niños, lo cual es crucial para que el maestro sepa cuál es la situación de cada niño. Recomendó evaluaciones estandarizadas y que los maestros tengan instrumentos de evaluación formativa que puede aplicar todas las semanas en el aula, para saber cómo le va al niño hoy con respecto a hace un mes y en qué área necesita mejorar.
Añadió que al contar con tecnología, los maestros pueden darle ejercicios diferenciados a sus alumnos utilizando software. Agregó que se pueden hacer capacitaciones y coaching virtual para los maestros de manera más barata. Además, se puede usar la tecnología para conocer cuáles son los cursos que hizo el alumno, si ha sido vacunado, cuáles son sus niveles de aprendizaje, tanto del año anterior como el que está cursando, entre otros.
No obstante, refirió que para eso se debe contar con maestros que se sientan cómodos usando la tecnología, computadores en el aula, mantenimiento de los equipos informáticos todos los días, conectividad, es decir, un ecosistema dentro de la escuela para usar la tecnología. “Hoy día en Corea, en la secundaria, ya hay cursos para los chicos sobre inteligencia artificial, o sea cursos para estudiar cuáles son las implicancias de la inteligencia artificial. En América Latina nos estamos preocupando todavía si los chicos saben leer o no, lamentó.
Aseveró que mucho del entrenamiento docente que existe en la región debe ser dejado de lado, principalmente el teórico, y asegurar que reciba un entrenamiento práctico de cómo interactuar mejor con sus estudiantes cada día de la semana y cómo enseñarle mejor cada una de las materias.
Situación preocupante en Paraguay
Entretanto, el titular de DENDE, Alberto Acosta Garbarino, indicó que Paraguay está en los peores lugares dentro de América Latina, donde en la prueba PISA mostró resultados desastrosos en lectura y matemáticas. Agregó que una de las causas se da en la dictadura, donde la cobertura educativa era baja, situación que cambió con la transición y se masificó, pero no se mejoró la calidad. Otra causa guarda relación con la inversión en primera infancia y la necesidad de que los ministerios de Educación y Salud trabajen en conjunto.
Finalmente, Yan Speranza manifestó que hay cuatro grandes factores que explican el problema del aprendizaje: inversión en la primera infancia y la necesidad de una articulación para invertir adecuadamente y generar mejores condiciones para el niño llegue al sistema escolar; capacitación docente; uso de tecnología; y la importancia central de la gestión educativa, donde haya capacidad operativa de llevar adelante e implementar reformas y sacar a la política de la gestión educativa.