Censo: Actualizar datos significa actualizar políticas

Verónica Serafini *
Economista

El Instituto Nacional de Estadística (INE) anunció recientemente los primeros resultados del Censo Nacional de Población y Viviendas 2022, señalando una población preliminar de 6.109.644 personas, cifra por debajo de las estimaciones que arrojaban 7.453.695 personas para dicho año.

Las proyecciones estaban basadas en comportamientos demográficos observados en los censos anteriores 1992-2012, pero con una población base del año 2000, retroproyectado en función a los resultados del Censo 2002, dado que el Censo 2012 tuvo una subcobertura superior al 10% y no daba información sobre el total de la población.

Esto implica que a medida que se alejan del año base pierden efectividad.

Las proyecciones están basadas en datos históricos y ciertas hipótesis sobre cómo se comportarán las variables demográficas, sin embargo, pueden aparecer imprevistos o mejorarse la calidad de los registros con los que se construyen las hipótesis. Como se verá en el gráfico siguiente, una de las variables más importantes en el cambio demográfico es la tasa global de fecundidad o promedio de hijos por mujer, que en ese periodo cayó pasando de 3,5 hijos por mujer en 2000-2005 a 2,4 hijos por mujer en 2020, es decir, casi un hijo menos por mujer.

Las otras variables que explican los cambios en el volumen de la población son la mortalidad y las migraciones. En el primer caso, impactaron las muertes ocasionadas por la pandemia, así como la sobremortalidad que generó en otras causas, aspecto imposible de predecir.

Migraciones

Las migraciones tienen históricamente un saldo neto negativo (salieron más paraguayos de los que ingresaron) –alrededor de 500.000 personas en el periodo analizado y subestimado en las proyecciones debido a la coincidencia del final del periodo y la hipótesis utilizada–. Si se tiene en cuenta que la emigración internacional es especialmente de mujeres en edad fértil, ello afecta el total de nacimientos que se podría prever en el país.

La diferencia en el volumen de población sorprendió a la ciudadanía; sin embargo, había señales desde años anteriores que daban cuenta de la sobreestimación de las proyecciones. El Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade) a fines de 2022 anticipó una caída de la población proyectada para toda la región.

Para el caso de Paraguay, redujo la proyección a 6.780.752 (Celade, 2022), dando cuenta de un fenómeno regional de que Paraguay es parte y en cuya revisión se centraron en las nuevas tablas de mortalidad para la región. Incluso, estas proyecciones deben ser revisadas y el próximo año Celade presentará nuevas estimaciones como parte de su quehacer misional.

Por otro lado, desde hacía varios años, las discusiones con técnicos de algunos ministerios con relación a las rendiciones de cuentas e informes de gestión sobre coberturas de las políticas públicas señalaban brechas entre los registros administrativos y las proyecciones poblacionales, en la mayoría de las veces con los primeros más bajos. Es decir, los registros administrativos mostraban una menor población en los territorios que las estimaciones.

La comparación de los datos censales 2022 con registros administrativos, que a su vez mejoraron su calidad y cobertura con los años, permitió corroborar que las proyecciones sobreestimaban la cantidad de niños, niñas y adolescentes frente a otros instrumentos disponibles en la actualidad como el Registro Único del Estudiante implementado por el Ministerio de Educación (MEC).

Los censos se levantan cada 10 años y tienen como objetivo fundamental cuantificar la población y las viviendas, junto con sus principales características, especialmente aquellas que no cambian cada año. Por eso, no recoge información sobre ingresos laborales, ya que estos cambian inclusive por trimestre, por lo que además de requerirse un módulo de información de alta demanda en tiempo de relevamiento, esa información se desactualiza muy rápidamente.

Los datos demográficos que son insumos para el cálculo de las tasas de fecundidad, natalidad, mortalidad, migración, la estructura por edades o de condiciones de la vivienda no se modifican en el corto plazo o de un año a otro, sino que van a la par de transformaciones sociales, económicas y culturales que a su vez se combinan con cambio de pautas a partir de la ubicación de la población en el territorio y la conformación de hogares.

No obstante, en los últimos años hemos sido testigos de importantes transformaciones, que en décadas anteriores fueron mas lentas.

Una de ellas es la reducción de la tasa de fecundidad. Los estudios señalan que la caída del número de hijos por mujer está directamente vinculada con la entrada de las mujeres al mercado laboral, que a su vez está impulsada por el aumento del nivel educativo. Las mujeres retrasan la llegada del primer hijo, amplían el tiempo entre unos y otros y reducen su número.

Este proceso se agudiza en países como Paraguay en el que las mujeres no cuentan con políticas de cuidados que reduzcan y redistribuyan el trabajo no remunerado que realizan cuando se hacen cargo de los niños, niñas, personas mayores, enfermas o discapacitadas.

Todos estos cambios se aceleraron en los últimos años haciendo que las proyecciones se desviaran de la realidad anticipadamente. Así, tomaron fuerza la reducción del bono demográfico y el aumento del peso relativo de personas mayores, lo cual debería generar cambios igual de rápidos en las políticas públicas. Por ejemplo, la política de salud debe incorporar mayor preocupación por las enfermedades crónicas y degenerativas relacionadas con la vejez.

Una tasa por debajo del promedio de 2,1 hijos en promedio por mujer implica una reducción de la población en las siguientes décadas en la que se alcanza dicha tasa. Paraguay fue bajando su tasa de fecundidad paulatinamente en las últimas décadas y podría esperarse que se llegue a dos hijos por mujer a mediados de este siglo.

Fuente: INE (2023). Resultados Preliminares del Censo 2022

*Publicado en Revista Economía y Sociedad N° 77 Julio-Agosto – Revista digital del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya, Cadep.

UH