Se trata de un alimento rico en calcio y proteína que es clave para la dieta.
Los quesos de distintos tipos son una parte importante de una alimentación balanceada. De hecho, son conocidos por ser buena fuente de vitamina D, proteínas y minerales como el calcio.
No obstante, hay un gran debate científico con relación a los efectos que podría tener el consumo de queso en el deseo y el desempeño sexual.
Frida Harju, quien es nutricionista interna en una reconocida app de salud llamada Lifesum, le dio una opinión poco favorable sobre el queso a la revista estadounidense Cosmopolitan. Entre otras cosas, señaló que podría afectar las dinámicas hormonales del organismo.
“Aunque el queso es absolutamente delicioso, especialmente cuando tienes un plato cuidadosamente seleccionado, puede afectar tus hormonas, tanto para hombres como para mujeres, perjudicando la testosterona y el estrógeno, lo que a su vez reduce la libido”, advirtió Harju en conversación con el medio citado.
En un sentido similar se han pronunciado otros expertos en temas de salud. Maria Clement y Brian Clement, dos académicos que publicaron el libro 7 Keys to Lifelong Sexual Vitality (Siete claves para una vitalidad sexual de por vida), han dicho que consumir demasiados lácteos puede afectar la vida sexual.
De acuerdo con una reseña de la revista Cosmopolitan, los autores indicaron que comer productos como quesos y helados puede hacer que las personas se sientan más inflamadas y lentas, lo cual a la larga también podría tener una incidencia negativa en el deseo sexual.
También pueden estar en mayor riesgo los individuos que se han sometido a cirugías de próstata, radioterapias contra el cáncer o lesiones de los nervios relacionados con las erecciones. Algo similar sucede con las personas que consumen medicamentos como antidepresivos, antihistamínico, alcohol y drogas ilícitas con frecuencia.
Vale decir que, sobre todo en los pacientes más jóvenes, hay casos en los cuales la disfunción eréctil se asocia a distintos problemas de salud mental.
“El cerebro cumple una función clave en la activación de la serie de sucesos físicos que provocan una erección, en la que el primero es la sensación de excitación sexual. Varios factores pueden interferir en los sentimientos sexuales y provocar o empeorar la disfunción eréctil”, indica la Clínica Mayo.
Entre otros trastornos que pueden afectar la salud sexual en este sentido, la institución clínica hace referencia a la depresión, la ansiedad y el estrés crónico. A su vez, puede asociarse a los problemas de pareja, la mala comunicación y las preocupaciones constantes.
La institución médica, además, advierte que en ocasiones los pacientes pueden tener síntomas de disfunción eréctil debido a múltiples causas y a una combinación de factores físicos y psicológicos. No obstante, señala que es una condición que se puede prevenir.
Entre otras cosas, aconseja no fumar, hacerle el quite al consumo excesivo de alcohol y realizar visitas frecuentes al médico con el fin de descartar o hacerles seguimiento a afecciones como la diabetes y las enfermedades cardíacas.
Además, es clave tener una alimentación balanceada, evitar el estrés, hacer actividad física con frecuencia y tomar medidas para mantener una buena salud mental. HOY