Los profesionales de la podología recuerdan que el pie diabético tratado a tiempo se salva de una amputación.
El podólogo Camilo Villalba comentó que las patologías que más atención demandan son las relacionadas al pie diabético. Le siguen las patologías comunes y menos graves como ser afecciones de las uñas, verrugas, callos, alteraciones de la pisada, indicaciones de plantillas, dolores de tobillo, rodilla y cadera, es decir, toda la parte biomecánica Los casos más graves corresponde a los pacientes que acuden a la consulta cuando el pie ya está como para ser amputado lamentablemente
“Nos tocó derivar a muchos pacientes a la urgencia ya para amputaciones y entre otras cosas, pero básicamente lo más grave es siempre el pie diabético”, resaltó el profesional del Hospital de Clínicas.
No obstante, dijo que el pie diabético tratado a tiempo se salva de una amputación, siendo justamente uno de los pilares de la carrera la prevención. Explicó que lo ideal es que el paciente, antes de tener cualquier tipo de síntomas o de alteración en su pie, acuda a una consulta con el podólogo y posteriormente se le va agendando controles mensuales o trimestrales de acuerdo al riesgo que observan en el miembro.
“El pie es, digamos, la marcha central del cuerpo, el que sostiene el cuerpo, y a pesar de ello muchas veces no le damos la debida importancia hasta que presenta problemas. Es el punto de unión del ser humano con la tierra y es lo que nos lleva a todos lados”, resaltó.
Si bien un pie diabético descompuesto es una evidencia de mal cuidado desde el punto de vista de la enfermedad diabética y de la higiene, se debe también a que el sistema de salud no está enfocado en la prevención sino más bien para amputar antes que salvar el pie, a diferencia del Hospital de Clínicas que trata de prever llegar a estos extremos.
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