Fuente AFP – Fotos: AFP y gentileza
La vieja controversia sobre si existe o no vida extraterrestre está lejos de agotarse. El último episodio que agitó las aguas fue la denuncia de un exagente de inteligencia norteamericano de que el gobierno oculta información sobre la existencia de fenómenos anómalos no identificados. En tanto, a nivel oficial han admitido que se han detectado actividades aéreas inexplicadas.
No estamos solos y las autoridades estadounidenses están ocultando la evidencia, dijo el pasado miércoles un exfuncionario de inteligencia de Estados Unidos a un comité del Congreso. David Grusch testificó que cree “absolutamente” que el gobierno posee un fenómeno anómalo no identificado (FANI) –la sigla que reemplazó a objetos voladores no identificados (ovni) en la jerga oficial–, así como restos de sus operadores no humanos.
“Fui informado, en el curso de mis deberes oficiales, de un programa de varias décadas para recuperar restos de accidentes de FANI y de ingeniería inversa”, dijo Grusch. “Tomé la decisión, con base en los datos que recogí, de reportar esta información a mis superiores y múltiples miembros de la inspección general, y convertirme en un denunciante”, explicó.
Presionado para dar detalles durante la audiencia, Grusch reiteró una y otra vez que no podía comentar en un escenario público porque se trata de información clasificada. Dijo que el gobierno estadounidense está ocultando información sobre FANI no solo a la opinión pública, sino al Congreso, y que él personalmente entrevistó a personas con conocimiento directo acerca de naves no humanas.
“Mi testimonio se basa en información que he venido recibiendo de individuos con una larga trayectoria de legitimidad y servicio para este país, muchos de los cuales también comparten evidencia convincente en forma de fotografías, documentación oficial y testimonios orales clasificados”, dijo Grusch a los legisladores.
Por su parte, Ryan Graves, expiloto de la Armada, declaró que “mientras estamos hablando, nuestro cielo está lleno de UAP, cuya existencia no se denuncia lo suficiente. Los avistamientos no son raros, ni aislados. Son la rutina. El estigma de los UAP es real y plantea un desafío poderoso a la seguridad nacional”.
Citado por el diario español El País, sostuvo que para él todo empezó en 2014, cuando era piloto de un F-18 y vio, durante un vuelo que partió de la costa este a la altura de Virginia Beach, un “cubo gris oscuro o negro dentro de una esfera transparente que se acercó a 15 metros del avión que encabezaba la flotilla. Calculamos que tenía entre 1,6 y 3 metros de diámetro. “Pronto esos encuentros se volvieron tan frecuentes que discutíamos el riesgo de encontrarnos con UAP como parte de la preparación al vuelo”.
A su turno, David Fravor, comandante retirado de la Marina, refirió que durante un vuelo de entrenamiento en 2004, en un determinado momento un controlador les comunicó que debían suspender la misión porque llevaban un par de semanas topándose con artefactos que bajaban como el rayo de los 80.000 a los 20.000 pies y se quedaban a esa altura durante horas.
De pronto, siempre según el relato Fravor, apareció un objeto blanco “que se movía muy abruptamente sobre el agua, como una pelota de ping-pong”. “No soy un fanático de los ovnis, pero les diré que lo que vi durante un período de cinco minutos. Es algo que nunca, antes o después, he visto. Era una tecnología increíble”, afirmó y luego definió ese encuentro como “el más importante avistamiento de un UFO de la historia”. Así también, advirtió de que no cree que esa tecnología esté “al alcance de ningún país sobre la faz de la Tierra”.
TRANSPARENCIA
El representante estadounidense Tim Burchett respalda la idea de que el gobierno ha estado ocultando información y dijo al comienzo de la audiencia que “se va a descubrir lo que esté encubierto”.
“Este es un asunto de transparencia gubernamental. No podemos confiar en un gobierno que no confía en su gente”, dijo.
A la pregunta de si hay vida más allá de la Tierra, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que no tiene una postura sobre el asunto en uno u otro sentido.
“Lo que creemos es que hay fenómenos aéreos inexplicados que han sido citados e informados por pilotos de la Armada y la Fuerza Aérea”, dijo y posteriormente añadió: “No tenemos las respuestas sobre qué son estos fenómenos”.
El líder de la oficina del Pentágono establecida para identificar los FANI que plantean potenciales amenazas dijo a los legisladores a comienzo de año que no había identificado señales de actividad alienígena.
La Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios “no ha encontrado hasta ahora evidencia creíble de actividad extraterrestre, tecnología de fuera de este mundo u objetos que desafíen las leyes conocidas de la física”, testificó en abril Sean Kirkpatrick, quien precisó que el gobierno analiza 650 posibles casos de fenómenos aéreos no identificados, de los cuales un 52 % se refiere a objetos descritos como “redondos o esféricos”; el resto se presenta con otras formas. Entre los objetos redondos, el tamaño oscila de uno a cuatro metros, de color “blanco, plateado o metálico traslúcido”, apuntó Kirkpatrick.
MAYOR SERIEDAD
El gobierno de Estados Unidos comenzó a tomarse el tema de los FANI más seriamente desde años recientes.
La NASA sostuvo su primera reunión pública sobre este asunto en mayo e instó a un abordaje científico más riguroso para aclarar el origen de cientos de avistamientos misteriosos.
El Pentágono también comenzó a prestar especial atención al tema luego de una serie de avistamientos inexplicables por parte de pilotos de la Armada y la Fuerza Aérea.
La preocupación central fue que estos avistamientos pudieran tratarse de tecnología de vigilancia aérea usada por China para recolectar información de inteligencia sobre defensas estadounidenses.