Brasil exportó ayer su primer cargamento de 30.000 toneladas de litio “verde”, procesado con métodos que reducen el impacto sobre el medioambiente, para la producción de baterías de vehículos eléctricos en China.
El vicepresidente de Brasil y ministro de Industria, Geraldo Alckmin, participó en Vitoria, capital de Espírito Santo, en el acto de embarque del mineral, y aplaudió el momento como “un nuevo capítulo de la minería y de la agenda de desarrollo sostenible brasileño”.
Este litio “sostenible” fue procesado por Sigma Lithium, empresa con sede en Canadá que cotiza en el Nasdaq estadounidense y entró esta semana en la bolsa de São Paulo, en unas instalaciones en el estado de Minas Gerais en las que ha invertido 3.000 millones de reales.
Sigma Lithium aseguró en el anuncio que, a diferencia de las técnicas altamente contaminantes que habitualmente se utilizan en la extracción del litio en el mundo, su fábrica usó energía renovable y agua enteramente reciclada y se evitó utilizar químicos nocivos para reducir “al máximo” la huella medioambiental.
La minera afirmó que los residuos se usaron para fabricar tanto un producto derivado, que también se puede reaprovechar para la producción de baterías, como grava, con la que se pavimentaron carreteras rurales de la región.
Pese a todo lo publicitado por la empresa, la explotación de donde se extrae el litio no deja de ser una mina a cielo abierto, con sus consecuentes impactos visuales y ecológicos sobre el entorno. EFE