Emblemático Aquidabán cuenta sus últimas horas sobre el río Paraguay

Conocido como supermercado flotante, el Aquidabán dejaría de operar tras medio siglo de surcar el norte del lecho fluvial. Déficit de pasajeros, de cargas y falta de lluvias inciden de forma negativa.

Justiniano Riveros
CONCEPCIÓN

El barco Aquidabán, que une las ciudades de Concepción y Bahía Negra, dejaría de operar en muy poco tiempo debido a la crisis que genera el poco movimiento de pasajeros y cargas, más aún en esta época en que hay pocas lluvias.

El declive se arrastra desde la época de la pandemia del Covid-19. Desde ese tiempo, los dueños empezaron a considerar sacar de circulación a la embarcación, más conocida en el Norte del país como supermercado flotante. “En esta época de poca lluvia, los caminos están en condiciones transitables y la gente prefiere transporte terrestre”, comentó José Desvars, capitán del barco.

Suscribió que los dueños del Aquidabán analizan la posibilidad de parar la motonave, puesto que económicamente no deja beneficios e incluso ya genera pérdidas.

Indemnización. El barco Aquidabán hace medio siglo surca el río Paraguay en el extremo Norte del país. Según reveló uno de los accionistas, luego de estos 50 años los propietarios preparan recursos para indemnizar a 10 personales con mucha antigüedad.

Más afectados. Los revendedores de la zona serían los más afectados en caso de que se cumpla esta previsión. Semanalmente, viajan con sus mercaderías a los puertos litoraleños. Como Amelia Amaro, de 74 años, que desde hace 29 años viaja con bultos cargados de mercaderías.

Un viaje en el Aquidabán es lento, pero más económico. El pasaje más caro es el viaje rumbo a Bahía Negra y cuesta G. 140.000. El trayecto dura casi tres días: Zarpa martes –al mediodía– de Concepción y arriba viernes de madrugada.

La denominación de supermercado flotante surgió por la variedad de artículos que lleva: Desde productos básicos hasta electrodomésticos y motocicletas.

La embarcación cumple una función social importante, ya que en otros tiempos no existían caminos. La única alternativa segura era llevar víveres y mercaderías a los diferentes puertos ribereños y a las estancias vía fluvial.

Además, varias familias tienen al Aquidabán como una fuente de trabajo, ya que viajan y venden sus mercaderías.