Brasilia.-El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró hoy que no debe haber «rivalidad» entre el proceso de reindustrialización que lleva adelante y el agronegocio exportador, que es el principal componente del crecimiento económico del país, aunque volvió a advertir a los ruralistas que los empresarios agropecuarios «honestos» son los que no derriban bosques y selvas para producir.
Lula inició hoy un acercamiento con el poder del agronegocio, un electorado alineado con el expresidente Jair Bolsonaro, al inaugurar en la ciudad de Luís Eduardo Magalhães, el polo sojero del noreste de Brasil, el Bahia Farm Show, la segunda mayor feria internacional agropecuaria.
En la feria más grande realizada en abril en Ribeirao Preto, estado de San Pablo, Lula y su ministro de Agricultura, Carlos Favaro, cancelaron la presencia porque la organización dio prioridad en invitar al gobernador bolsonarista Tarcisio de Freitas y al expresidente Bolsonaro.
Lula dijo a los productores sojeros del noreste que el bolsonarismo «instaló una máquina de contar mentiras por cuatro años para diseminar el odio» e invitó a la platea a la reconciliación más allá de las preferencias electorales. «Hay que tirar el odio al tacho de basura», recomendó.
En ese marco, aseguró que muchos de sus asesores defienden la reindustrialización del país como contrapartida al agronegocio, que está aportando la mayor parte del Producto Bruto Interno, ya que Brasil es el principal exportador mundial de soja, el segundo de maíz y el primero de proteína animal, con China como principal socio comercial en la compra de materias primas.
El PBI del primer trimestre de 2023 -inicio del gobierno de Lula- creció 1,9% y el mayor responsable de esto fue la producción agropecuaria.
«No hay nada de rivalidad entre la manufactura con valor agregado y exportar commodities. Existe tecnología en un poroto de soja, existe tecnología en la cría de ganado, de pollos, del pavo de navidad. La soja es alimento y es una pavada discutir si es o no. Brasil necesita de los dos, de la agricultura y de la industria», aseguró Lula, al lado del gobernador bahiano, Jerónimo Rodrigues, del Partido de los Trabajadores.
El mandatario también afirmó que «quieren instalar la polémica» de que no pueden convivir el gran exportador con el pequeño productor familiar que abastece los supermercados.
Lo hizo luego de que la mayoría ruralista en el Congreso habilitara la creación de una comisión investigadora sobre el Movimiento Sin Tierra, aliado de Lula, al que la derecha acusa de «terrorista» por reclamar una reforma agraria.
«El grande y el pequeño son necesarios para Brasil», aseguró y completó que todos dependen del Estado, sobre todo los grandes para financiar exportaciones, cosechas y maquinarías mediante bancos públicos.
Lula aseguró que el gobierno de Bolsonaro «no hizo obra pública en cuatro años» en un mensaje dirigido al exministro de Infraestructura Freitas, hoy gobernador paulista y presidenciable para 2026.
«No hicieron nada en cuatro años, nada de obra pública, hicieron cuatro años de mentira. Gobernar es como plantar un árbol, hay que regar todos los días; quiero que juzguen en diciembre de 2026, quiero compararme con los otros presidentes», aseguró.
Lula advirtió, tal como lo había hecho el lunes, que «los delincuentes que hacen negocios talando la selva amazónica sufrirán la pena de la ley».
«Cuando hablamos de medio ambiente y clima, no hablamos de los buenos productores rurales sino de que nadie honesto debe tirar selva para plantar en un país con tierra a disposición», subrayó.Télam.