El COVID aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según un estudio

El nuevo trabajo descubrió que, tras padecer la infección, las probabilidades de padecer esta enfermedad se elevan entre un 3% y un 5%. Incluso, es más alto entre los hombres y quienes atravesaron una enfermedad grave.

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La infección por SARS-CoV-2 puede provocar secuelas agudas y crónicas. Ahora, que la fase más crítica de la pandemia estaría en el pasado, los científicos pueden tomar perspectiva sobre las consecuencias en la salud de quienes han atravesado la enfermedad.

La nueva investigación, publicada en JAMA Network Open, sugiere que la infección por COVID-19 está relacionada con un riesgo significativamente mayor de diabetes, y puede haber contribuido a un exceso de carga de esta dolencia entre el 3% y el 5% de la población.

Nuestro equipo de especialistas pertenecientes a la Universidad de Columbia Británica en Canadá, también encontró una mayor incidencia de diabetes entre los hombres que entre las mujeres, y entre los que tenían una enfermedad grave en comparación con los que no tenían COVID-19.

Estos hallazgos sugieren que esta infección puede continuar asociándose con resultados en los sistemas de órganos involucrados en la regulación de la glucosa en sangre en la fase pos-aguda y, por lo tanto, puede haber contribuido al 3% al 5% del exceso de casos de diabetes incidentes encontrados en este estudio.

El estudio de cohortes basado en la población se realizó entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021. Se usó la Cohorte COVID-19 de Columbia Británica, una plataforma de vigilancia que integra datos de la infección con otros registros basados en la población. El estudio incluyó un total de 629.935 personas a las que se les realizó la prueba de SARS-CoV-2 mediante la reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa en tiempo real (RT-PCR).

Aquellos que dieron positivo se emparejaron con individuos que dieron negativo según el sexo, la edad y la fecha de recolección de la prueba en una proporción de 1:4. El análisis se realizó del 14 de enero de 2022 al 19 de enero de 2023.

Detectar las consecuencias

El objetivo principal del estudio fue identificar casos incidentes de diabetes que ocurrieron más de 30 días después de la fecha de recolección de muestras para la prueba SARS-CoV-2.

La identificación se realizó mediante un algoritmo validado basado en visitas médicas, registros de hospitalización y de enfermedades crónicas, además de medicamentos recetados para el control de la diabetes. De la cohorte completa, la mediana de edad (RIC) fue de 32 (25,0-42,0) años, siendo el 51,2 % de la cohorte mujeres.

De este grupo, 125.987 personas estuvieron expuestas al SARS-CoV-2 y 503.948 no.

Durante el período de seguimiento de 257 días, se observaron eventos de diabetes incidentes en 608 personas que estuvieron expuestas (0,5 %) y 1864 personas que no (0,4 %). La tasa de incidencia de diabetes fue significativamente mayor en el grupo expuesto, con 672,2 incidentes, en comparación con el grupo que no lo estuvo, con 508,7 incidentes promedio.

Con estos datos, se encontró que el riesgo de diabetes incidente era un 17% mayor en el grupo expuesto que en el otro y un 22% mayor entre hombres que mujeres. También fue mayor entre las personas con enfermedad grave por COVID-19, incluidas las personas ingresadas en la unidad de cuidados intensivos o en el hospital.

La fracción de casos incidentes de diabetes atribuibles a la infección por SARS-CoV-2 fue del 3,41 % en general y del 4,75 % entre hombres, esto podría deberse potencialmente a respuestas inmunitarias específicas del sexo, como concentraciones séricas de anticuerpos IgG contra el SARS-CoV-2 más altas en pacientes femeninas en comparación con los masculinos.

Sin embargo, cuando se restringió la muestra a personas con hospitalización por COVID-19 e ingreso en la UCI, se observó no solo un incremento en el riesgo entre los grupos de mayor gravedad, sino también asociaciones significativas entre pacientes masculinos y femeninos.

Nuestro estudio destaca la importancia de que las agencias de salud y los médicos sean conscientes de las posibles consecuencias a largo plazo del COVID-19 y controlen a las personas después de la infección por COVID-19 en busca de diabetes de nueva aparición para un diagnóstico y tratamiento oportunos.