La espina de un pescado quedó atorada en la garganta de una bebé de 1 año y 8 meses que fue auxiliada por médicos en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner de Asunción.
Una niña de 1 año y 8 meses, oriunda de Juan de Mena, Departamento de Cordillera, fue llevada a la Unidad de Salud Familiar (USF) en Caacupé, luego de consumir caldo de pescado.
Según los datos, la pequeña empezó a tener dificultad respiratoria y, al ser inspeccionada, la médica sospechó que había una obstrucción, por lo que fue derivada al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner (Ineram).
Ya en el centro asistencial fue evaluada por los doctores que se percataron de que en la laringe de la niña estaba atorada la espina de un pescado. La beba fue intervenida y se logró salvar su vida.
El doctor Carlos Morínigo explicó a Telefuturo que la vértebra del pescado tendría entre dos a tres milímetros. Manifestó que son pequeñas vértebras con los huesos que se anclaron en la tráquea de la niña. También señaló que la vértebra quedó anclada en el medio de la laringe y la tráquea.
Además, indicó que si no se daban cuenta de la situación eso se iba a infectar y le ocasionaría daños a nivel de la tráquea y el esófago, ocasionando una patología que se llama mediastinitis, que tiene un 90% de mortalidad.
“Es gravísimo el caso si es que no es detectado a tiempo”, concluyó el doctor.
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