Tras el descarrilamiento de un tren que transportaba productos químicos en Ohio, EE.UU., existe una gran preocupación por las consecuencias que acarrearía este accidente, tanto en el medio ambiente como en la salud de la población local.
- HOY
- 15 DE FEBRERO DE 2023 15:45
El pasado 3 de febrero se registró un accidente de tren en la localidad de East Palestine, ubicada en la frontera entre Ohio y Pensilvania, el cual posteriormente desencadenó en un incendio de grandes proporciones.
Alrededor de 50 de los 150 vagones del tren quedaron destrozados tras descarrilarse. Los mismos transportaban una carga de cloruro de vinilo, un gas que se usa como precursor del plástico y es altamente inflamable.
Ante la imposibilidad de recogerla, se procedió a una quema controlada, hecho que obligó a la evacuación de las personas que vivían dentro de un radio de una milla (1,6 kilómetros) del siniestro.
Inicialmente las autoridades locales trabajaron para contener la situación y evitar mayores daños, aunque con el transcurrir de los días la atención mediática fue centrándose en este incidente por el posible impacto que podría ocasionar.
Fotografías compartidas en los últimos días muestran la magnitud del incendio provocado tras el descarrilamiento del tren. Una enorme y espesa columna de humo negro pudo divisarse a varios kilómetros de distancia, provocando una especie de “hongo” en el cielo.
Una de las mayores preocupaciones tiene que ver con el daño al medio ambiente que podría ocasionar el vertido de este producto químico, sobre todo atendiendo a que el cloruro de vinilo está asociado con un mayor riesgo de producir ciertos tipos de cáncer.
Los funcionarios advirtieron que quemarlo liberaría dos gases preocupantes: cloruro de hidrógeno y fosgeno, los cuales son los mismos que en su momento fueron utilizados como arma en la Primera Guerra Mundial.
Los pobladores tanto de East Palestine como de otras comunidades cercanas dicen estar preocupados por los efectos a largo plazo que podría tener este accidente, tanto en la salud humana como en el ganado y la calidad del agua o el aire, puesto que hubo una liberación importante de material tóxico.
Además del cloruro de vinilo, al menos otras tres sustancias —acrilato de butilo, acrilato de etilhexilo y éter monobutílico de etilenglicol— se liberaron en el aire, el suelo o el agua, según una carta de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés).
La operadora del tren accidentado, Norfolk Southern, es una de las principales compañías ferroviarias de EE.UU. y hoy se encuentra en el foco de atención por su posible responsabilidad en este hecho, puesto que la falta de mantenimiento habría sido la causante del descarrilamiento. HOY