Según un informe conjunto de las ONG Reprieve y la Organización Europea-Saudí para los Derechos Humanos (ESOHR) publicado este martes, la media de ejecuciones al año en el país árabe antes del nombramiento de Bin Salmán como príncipe heredero era de 71, una cifra que en los últimos siete años ha ascendido hasta los 130.
“Más de 1.000 personas han sido ejecutadas desde que Mohamed bin Salmán y su padre llegaron al poder en 2015, incluidos niños, manifestantes, mujeres vulnerables de servicio doméstico, presuntos traficantes de drogas y personas cuyo único ‘delito’ era ejercer la libertad de expresión”, denunciaron las ONG.
Según los datos sobre ejecuciones recopilados por las organizaciones desde 2010, los seis años más “sangrientos” de Arabia Saudí fueron entre 2015 y 2019, además de 2022. Precisamente, en 2022 fueron ejecutadas 81 personas en un solo día, más de la mitad de los cuales fueron acusadas de participar en manifestaciones. La cifra total de ejecuciones ese año subió a al menos 147.
Mayoría de mujeres ejecutadas eran extranjeras
Por otra parte, las ONG denunciaron que al menos 15 niños han sido ejecutados desde 2013, a pesar de que Arabia Saudí abolió la pena de muerte para menores.
Asimismo, apuntaron que casi tres cuartos de las mujeres ejecutadas entre 2010 y 2021 eran extranjeras, de las cuales el 56 % eran trabajadoras domésticas, como es el caso de la indonesia Tuti Tursilawati, ejecutada en 2018 tras pegar con un palo a su empleador cuando él trató de violarla.
“Las decisiones legales (en Arabia Saudí), especialmente en torno a la pena de muerte, se toman a puerta cerrada, se prohíbe la publicación de documentos judiciales, se modifican los cargos y se posponen indefinidamente las sesiones judiciales”, dijeron las ONG sobre la opacidad del sistema judicial saudí.
Así, recordaron que Arabia Saudí “no cumple con los requisitos de Naciones Unidas sobre el uso de la pena de muerte, por lo que el número real (de ejecuciones) podría ser mayor”.
jov (efe, abcnews)