La apertura de los comercios en los últimos tiempos respecto a los sistemas de pago ayudó a que el uso de las tarjetas de crédito vaya en aumento llegando a tener cifras récord a finales del año anterior. El economista Hugo Royg sostuvo que existe una transformación importante debido a que se está llegando a un proceso de sofisticación de los negocios.
En noviembre del 2022, dado el comportamiento de las tasas de interés en los últimos meses como consecuencias del ajusten de la Tasa de Política Monetaria así como el contexto de la alta inflación al cierre de ese mismo periodo, se verificó un aumento en el uso como en la cantidad de las tarjetas de crédito dentro del sistema bancario.
Según los datos del Informe Financiero publicado por el Banco Central del Paraguay (BCP), los saldos de las tarjetas de crédito en el undécimo mes del año anterior cerraron en G. 3,4 billones, que según los analistas de Mentu, se considera la cifra más alta registrada en la fecha con una variación interanual de 17,5%.
“De esta manera, el uso de las tarjetas de crédito ha recuperado su tendencia prepandémica, pese a que las tasas han presentado incrementos durante la mayor parte del 2022″, indicaron desde la consultora. No obstante, los saldos por categoría muestran variaciones mixtas debido a que los que se incluyen en la “A” (con fondos menores de 3 millones) experimentaron una reducción de 23,4% en términos interanuales.
Por su parte, las de categoría B, C y D tuvieron aumentos de 20,3%, 34,3% y 31,8%, respectivamente, siendo estos los impulsores del saldo total acumulado. Por otro lado, la tasa de morosidad de las tarjetas de crédito se ubicó en 4,2% con una variación negativa de -1,4% en comparación con el promedio de 5,6% registrado.
Los analistas mencionaron que la cantidad de plástico activos alcanzó el nivel más alto desde agosto del 2016 y es que al término de noviembre del 2022 la cantidad de tarjetas se ubicó en 911.545, con un aumento de 10,9% interanualmente. El economista Hugo Royg dijo en comunicación con la 780 AM que este crecimiento está en línea con la transformación en el sistema financiero y con el proceso de sofisticación de los modelos de negocios.
Con estos resultados, se puede observar que el saldo promedio de cada tarjeta alcanzó una cifra récord de G. 3,7 millones, lo que muestra que es una de las alternativas más utilizadas por los agentes para financiar su nivel de consumo. LN