Miguel Ángel Cabello, obispo de Concepción, realizó fuertes críticas durante su homilía por los hechos de corrupción e injusticias que quitan la paz a Paraguay. También señaló su preocupación por el aumento de paraguayos declarados significativamente corruptos por Estados Unidos.
El obispo Miguel Ángel Cabello tuvo a su cargo la homilía del quinto día del novenario de la Virgen de Caacupé, en el que aprovechó para hablar sobre la corrupción y las injusticias que quitan la paz al país, así como también sobre los secuestros y hechos de sicariato.
“Hoy más que nunca sufrimos muchas situaciones de injusticias y falta de paz”, expresó el religioso e indicó que es necesario un cambio, una renovación y que también espera un futuro mejor para el país.
En ese sentido, reconoció que “se mejoraron algunas cosas y que estamos avanzando”, pero que se mantienen situaciones irregulares e injustas que causan la falta de paz a los paraguayos y paraguayas. “Si no hay justicia no hay paz. La paz es fruto de la justicia”, enfatizó.
Cabello reflexionó sobre la administración de la Justicia y que se van logrando sentencias justas e históricas, pero criticó que la misma Justicia también libere a culpables y condene a los inocentes.
Sobre el punto, dio a entender que la Justicia se convirtió en una mercancía, que “se compra, se vende y se negocia”.
El obispo reprochó la corrupción moral en las instituciones públicas, el robo de los bienes del Estado, los sobornos, el tráfico de influencia y las presiones de políticos inescrupulosos para ocupar cargos públicos.
“Lo que es una ganancia para algunos pocos deshonestos resulta una gran pérdida para muchos”, apuntó.
El obispo tampoco desaprovechó la oportunidad para hablar en su homilía sobre los paraguayos que fueron señalados como significativamente corruptos por el Gobierno de Estados Unidos. “Nos preocupa y avergüenza el aumento de la lista de significativamente corruptos”, aseveró.
En los últimos años, seis paraguayos fueron mencionados como parte de esta nómina de alerta del Gobierno norteamericano, incluyendo figuras con altos cargos públicos, como es el caso del actual vicepresidente de la República, Hugo Velázquez.
El 22 de julio de este año, el Departamento de Estado de EEUU designó al ex presidente de la República, Horacio Cartes y sus hijos.
Situación de campesinos y desalojos de indígenas
En otro momento, Cabello reflexionó sobre la situación de los indígenas que frecuentemente son víctimas de desalojos violentos.
“De manera frecuente escuchamos que son desalojados de forma violenta, sacados de sus tierras ancestrales y se ven obligados a abandonar su habitad a migrar a centros urbanos y exponerse a la explotación laboral, la caída de la delincuencia al no encontrar los recursos para su sobrevivencia”, acotó.
El religioso de nuevo hizo hincapié en que hay injusticia cuando no hay igualdad de oportunidades para todos.
“Duele ver a los campesinos sin tierra, familias sin viviendas dignas con el peligro de abusos, violencia y promiscuidad. Nos apena que muchos padres no tienen recursos para alimentar a sus hijos y muchos hogares carecen de agua potable y servicios de salud”, sostuvo.
Trato digno para las mujeres
En otra parte de su homilía, Cabello abordó la situación de las mujeres en el país, la incesante ola de feminicidios, violencia doméstica, abusos sexuales a menores y personas vulnerables. Así también, calificó de preocupante la inseguridad reinante en las ciudades y zonas rurales.
“Falta un trato digno y salario digno para las mujeres y personas con capacidades diferentes”, apuntó.
Narcotráfico, crimen organizado y secuestros
Otro tema abordado por el obispo es la escalada de violencia a consecuencia del narcotráfico, sicariato, el crimen organizado y los secuestros.
“Lamentablemente sin viso ni esperanza de mejoría para erradicar este mal”, cuestionó y recordó a los familiares de Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis, secuestrados por grupos armados desde hace varios años.
“Sus familiares aún siguen esperando la vuelta de los tres o por lo menos conocer el paradero de sus restos”, expresó e instó a ser conscientes de la realidad y que todos los laicos están llamados a luchar por cambiar las injusticias.
El político liberal Óscar Denis lleva dos años en cautiverio, Félix Urbieta fue secuestrado hace cinco años y 10 meses, mientras que el suboficial de Policía, Edelio Morínigo, permanece privado de su libertad hace ocho años y dos meses.
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