Tras el retiro de las maquinarias pesadas de la zona de obras del Puente de la Integración, el entorno de las tres fronteras adquiere un nuevo rostro, cuyo financiamiento estuvo a cargo de la Itaipu por el valor de 84 millones.
De esta manera, sin la presencia de los grandes equipos que obstruían el cuadro (principalmente carros de avance y otros equipos con los que fueron lanzadas las dovelas hacia el río Paraná), la nueva conexión vial puede ser apreciada en todo su esplendor.
Cada vez falta menos para que la construcción de esta megaestructura finalice en un 100%. Recientemente se culminaron las labores de hormigonado de juntas de las losetas prefabricadas que conforman la calzada e inmediatamente se intensificaron las tareas de terminación.
“El puente luce extraordinario. Fueron retirados totalmente los carros de avance, con los cuales se lanzaban las dovelas, y hoy están intensificando la construcción de las barreras New Jersey y de desagüe pluvial”, explicó Pánfilo Benítez, asesor especial de la Dirección de Coordinación de Itaipu.
Recordó que las tareas de terminación incluyen, igualmente, carpeta asfáltica, el sistema de iluminación, barandas antisuicidio y las señalizaciones reglamentarias.
El pasado 31 de agosto el presidente Mario Abdo Benítez, y su par brasileño, Jair Bolsonaro, verificaron la colocación de la dovela conocida como “clave”, ubicada en el centro del tablero del puente. Esta pieza, de 5,75 metros de largura y 20 toneladas, conectó por primera vez los lados paraguayo y brasileño de la obra.
En total fueron colocadas 37 dovelas metálicas, 18 en cada lado del puente, y la dovela central, o clave, completando así la superestructura. Sobre cada dovela fueron montadas las losas prefabricadas, cuyas juntas fueron hormigonadas.
Este nuevo paso fronterizo, además de convertirse en una importante vía de comunicación para descomprimir y agilizar el tránsito en la zona, potenciará el creciente desarrollo socioeconómico de ambas naciones promotoras del emprendimiento.
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