La familia de un niño que perdió la vida luego de haber sido atropellado clama justicia. El conductor que protagonizó el choque aparentemente se encontraba en estado etílico y manejaba a alta velocidad al momento de producirse el accidente.
El pasado 27 de septiembre se registró un accidente con derivación fatal que tuvo como víctima al pequeño Sebastián Florentino Alonso Acosta. El hecho se registró sobre la Ruta 12, en la zona de General Bruguez, departamento de Presidente Hayes.
El menor se encontraba en compañía de sus padres y su hermana menor cuando iban de regreso a su
vivienda ubicada en la ciudad San Lorenzo, luego de que su padre, un personal militar, haya obtenido su traslado a Asunción.
Mara Acosta, madre del niño fallecido, comentó al canal GEN/Nación Media que aquel día debieron quedarse al costado de la ruta debido a que el tramo quedó intransitable por culpa de la lluvia. En un momento dado, el padre pudo divisar a lo lejos una camioneta que se acercaba, por lo que decidió salir para pedir ayuda.
A raíz de la alta velocidad con la que venía y el mal estado del camino, el conductor del vehículo, identificado como Pedro Antonio Pérez Gómez, perdió el control y terminó chocando la parte lateral del vehículo de la familia Alonso Acosta, hiriendo al pequeño Sebastián en el impacto.
Después de ocasionar el percance, este conductor -quien iba acompañado de una mujer- ayudó a los padres a trasladar al niño hasta una clínica periférica del IPS, donde los médicos finalmente constataron su deceso. La causa de muerte fue un traumatismo.
Según el relato de la madre, Pérez pidió a su acompañante que esconda “todo lo que hay”, refiriéndose a los packs de cerveza que estaban en el interior de su vehículo, los cuales terminaron arrojando a la carrocería y también al costado de la ruta.
El conductor protagonista del choque se negó a someterse a la prueba de alcotest al ser demorado por policías, señaló Acosta a GEN, lo cual hace suponer -además de las latas de cerveza que tenía en la camioneta- que se encontraba en estado de ebriedad al causar el accidente que mató a su hijo.
Actualmente, Pedro Antonio Pérez se encuentra en libertad y cumple con arresto domiciliario luego de haber abonado una fianza de G. 100 millones. Para la familia, el dinero no compensa la enorme pérdida que sufrieron y por ello piden que sea castigado por sus actos, por lo que piden justicia para el pequeño Sebastián.
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