Según un modelo de probabilidades elaborado por Ned Davis Research, actualmente hay un 98,1% de posibilidades de que se produzca una recesión mundial. El informe estima que las únicas veces que el modelo de recesión fue tan alto se dio cuando el mundo soportó situaciones graves como la pandemia de COVID-19 y durante la crisis financiera mundial de 2008 y 2009 ¿Pero qué pasará con Paraguay?
“El término recesión es utilizado como desaceleración. Hoy las perspectivas para el 2023 marcan un crecimiento a nivel mundial, pero a un ritmo mucho menor de lo acostumbrado”, manifestó el economista de Investigación para el Desarrollo (I+D), Jorge Garicoche. No obstante, afirmó que uno de los condicionantes más importantes de la época es la incertidumbre.
Esto, a su criterio, se debe principalmente al conflicto Ucrania-Rusia, que sigue dejando consecuencias gravísimas para la economía. “Esto ocurre en mayor medida en Europa, donde la amenaza de provisión de energía por parte de Rusia genera mucho ruido sobre una economía que ya viene desacelerando”, complementó.
Al margen, Garicoche expresó que aún en medio de este contexto global se espera que para Paraguay sea un buen año. Esto se explica en mayor magnitud por la recuperación del sector agrícola, el crecimiento de exportaciones industriales, principalmente maquila, y las inversiones privadas.
“Igualmente Paraguay está expuesto a la recesión global en otros sectores. Es probable que el dólar vaya ganando terreno y el encarecimiento del crédito siga”, agregó. Por otro lado, el MBA y consultor Andrés Filártiga señaló que es casi imposible predecir la intensidad de la recesión, aunque es probable que se desacelere el crecimiento económico mundial.
El consultor acotó que inicialmente se previó un crecimiento del 3,3% para el 2023, sin embargo, eso se podría desacelerar a 1% o incluso 0%. “Las medidas llevan algún tiempo en impactar en el mercado real. La recesión no es otra cosa que la contracción del PIB, o sea, en lugar de crecer se estanca o cae”, clarificó.
Filártiga recordó que en la economía global se espera que por el contexto de inflación, suba de tasas, fortalecimiento del dólar, y la situación energética, se decaiga el consumo industrial y de hogares. Esto significa que el consumo de materias primas generará una baja de precio de los commodities, lo cual estabiliza a un sector volátil.
“En Paraguay, si siguen las buenas y bendecidas lluvias de setiembre, vamos a tener un buen año, pues nuestro motor principal se va a volver a encender”, coincidió con Garicoche. Para finalizar, opinó que todo el escenario estaría más claro en lo que queda del año y los inicios del 2023. infonegocios.com.py