EEUU declaró la emergencia sanitaria por el aumento de casos. El virus ya circula en 80 países y preocupa a las autoridades sanitarias las primeras víctimas mortales fuera de África.
FUENTE: INFOBAE
Los 28.880 casos confirmados en 80 países y los diez muertos, son los números que miran de cerca los expertos que siguen el desarrollo del actual brote de viruela del mono. Es que desde el 7 de mayo, fecha en que -en plena pandemia de COVID-19- apareció el primer caso en el Reino Unido, la viruela del mono o viruela símica sumó una nueva preocupación a las autoridades sanitarias de todo el mundo.
El primer caso humano de viruela del simio, un raro virus zoonótico que puede transmitirse de los animales a las personas, se registró en la República Democrática del Congo en 1970. Desde entonces, la enfermedad se volvió endémica en partes de África occidental, aunque se conocen brotes en otros lugares, como los Estados Unidos en 2003 y ahora en más de 70 países no endémicos.
Desde que el 23 de julio la Organización Mundial de la Salud (OMS) activó el nivel de alerta máxima, la alarma más alta que puede sonar, para hacer frente al brote de viruela del mono, ahora la enfermedad está clasificada como una emergencia de salud global.
A esa noticia que impactó al mundo, aún conmocionado por la pandemia de coronavirus que no da tregua, le siguió en los días posteriores la declaración del estado de emergencia por el aumento de casos en los estados de Nueva York, California e Illinois, en los Estados Unidos.
Así las cosas, la confirmación de cuatro muertes fuera de África (dos en España, una en Brasil y una en Perú) hizo a los especialistas poner la lupa sobre los casos en los que la enfermedad puede tornarse grave.
Sobre el final de esta semana, el jueves el gobierno de los Estados Unidos declaró la emergencia sanitaria nacional por el brote que vive el país, en el que ya se registraron miles de contagios aunque, de momento, ninguna muerte.
Nuevos síntomas y ¿enfermedad de transmisión sexual?
Nueva evidencia científica asegura que la forma en que se presenta la enfermedad en los casos actuales difiere de la presentación tradicional que se conocía de la infección.
Es que los hallazgos confirman “la transmisión comunitaria en curso sin precedentes del virus de la viruela del simio entre hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres observados en el Reino Unido y muchos otros países no endémicos”, según una reciente publicación de The BMJ.
“Se observó una asociación temporal variable entre las características mucocutáneas y sistémicas, lo que sugiere un nuevo curso clínico de la enfermedad -señalaron los autores del trabajo en la publicación de sus conclusiones-. Se identificaron nuevas presentaciones clínicas de la infección por viruela del simio, incluido el dolor rectal y el edema del pene. Estas presentaciones deben incluirse en los mensajes de salud pública para ayudar al diagnóstico temprano y reducir la transmisión posterior”, señaló el estudio.
Otro trabajo difundido con anterioridad por The New England Journal of Medicine (NEJM) ya daba cuenta de que “las lesiones cutáneas genitales solitarias y las que afectan a las palmas de las manos y las plantas de los pies pueden conducir fácilmente a un diagnóstico erróneo de sífilis y otras infecciones de transmisión sexual, lo que a su vez puede retrasar la detección”.
Sin embargo, los especialistas se esfuerzan en destacar que la viruela del mono no es una infección de transmisión sexual (ITS).
Para Erica Susky, una especialista en control de infecciones con sede en Toronto, dice que las personas lo etiquetan incorrectamente como tal. “La idea errónea es que se trata de una infección de transmisión sexual, pero los contactos cercanos de naturaleza no sexual también pueden ser una fuente de transmisión -explicó-. Por ejemplo, contacto cercano piel con piel, abrazos, besos y contacto cercano cara a cara. Es posible que todos estos contactos no sean de naturaleza sexual, aunque el contacto sexual también es una oportunidad para la transmisión viral”.
Aunque la viruela del simio se puede propagar sexualmente, no es el modo principal (el contacto de piel a piel lo es), por lo que no se considera una ITS.
Cuáles son los síntomas que hay que tener en cuenta
“La viruela del mono es una infección viral que proviene de la misma familia que el virus de la viruela”, explicó el doctor Thomas Yadegar, director médico de la unidad de cuidados intensivos del Centro Médico Providence Cedars-Sinai Tarzana. Y agregó: “Es una enfermedad autolimitada, lo que significa que a medida que pasa el tiempo, la infección debería resolverse sola”.
Y aunque las personas estén escuchando por primera vez esta enfermedad, lo cierto es que no es un virus nuevo, y que tiene síntomas similares con la viruela, aunque la protagonista del actual brote “es generalmente más leve y es mucho menos probable que cause la muerte”.
Según señalan los especialistas, los síntomas de la viruela del mono incluyen:
– Sarpullido
– Fiebre
– Escalofríos
– Dolor de cuerpo
– Fatiga
– Dolor de cabeza
– Síntomas respiratorios, como dolor de garganta, tos y congestión nasal
– Ganglios linfáticos inflamados
Además, destacan que la erupción puede aparecer en cara, genitales, boca, manos, pies, y ano.
“La erupción a menudo comienza con lesiones planas que se elevan, similares a ampollas o granos, y luego se llenan de líquido y pus -apuntó Rachel Cox, profesora asistente en la Escuela de Enfermería del Instituto MGH de Profesiones de la Salud-. Mientras la erupción esté presente, la piel puede estar muy sensible y dolorosa. Las ampollas generalmente se forman costras o se vuelven costras y luego se caen, lo que puede dejar cicatrices en la piel”.
En qué casos puede ser grave
Coinciden los expertos que, en general, se trata de una enfermedad leve. Los síntomas desaparecen solos y el tratamiento de cabecera es “de sostén”, esto es, se brindan medidas de apoyo paliativas de acuerdo al cuadro que esté padeciendo el paciente.
De hecho, de los 4.298 casos detectados en España -el país más afectado por el actual brote- sólo 120 (un 2,8%) requirieron atención hospitalaria, normalmente para manejar los dolores y las infecciones que causan las pústulas.
En la inmensa mayoría de casos el cuadro no pasa de ahí, pero se puede complicar en personas que sufren comorbilidades, en niños (sobre todo en zonas con pocos recursos sanitarios) o en quienes tienen debilitado el sistema inmunitario.
Si bien hasta el momento hay poca información sobre las muertes ocurridas en España, en ambos casos los fallecidos padecían una encefalitis producida por la infección. Del primer fallecido, en la Comunidad Valenciana, no trascendió la edad, aunque se trata de un “hombre joven”, según Sanidad de esa comuna. El segundo, de Córdoba, tenía 31 años.
En el caso de Brasil, se supo que el fallecido era un hombre de 41 años que sufría una enfermedad oncológica.
La víctima fatal registrada en Perú, en tanto, se trataba de un hombre de 45 años, que fue hospitalizado de emergencia, con “dificultad respiratoria y lesiones en la piel con antecedente de infección por VIH y tuberculosis”, y que además había abandonado su tratamiento antirretroviral.
“Este tipo de viruela símica rara vez es fatal”, aseguró el doctor Douglas Chiriboga del Centro Médico del Hospital Pomona Valley, quien señaló que “puede ser mortal para las poblaciones inmunocomprometidas”.
Actualmente, los investigadores están aprendiendo más sobre cómo tratar la enfermedad y prevenir complicaciones graves.
Cuál es el tratamiento de preferencia
La enfermedad no tiene un tratamiento ni vacuna específica, pero algunos países están utilizando los inmunizantes de la viruela para quienes presentan un alto riesgo de exposición.
La estrategia aplicada se denomina “vacunación en anillo” y consiste en que, tras detectar un caso sospechoso, se realiza un rastreo estricto de los contactos, a quienes se inmuniza.
En ese sentido, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC por sus siglas en inglés), afirmaron que se puede recomendar la vacunación a las personas que estén en contacto cercano con alguien con viruela del mono, a las que puedan haber estado expuestas al virus y a las que corran un alto riesgo de exposición, como algunos profesionales sanitarios y trabajadores de laboratorio.
Según destacan desde la OMS, “los síntomas a menudo desaparecen solos sin necesidad de tratamiento”.
Si bien la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) no aprobó ninguna terapia específica para el tratamiento de la viruela del mono, los CDC están poniendo a disposición el medicamento antiviral tecovirimat durante el brote y dicen que puede considerarse para algunos casos puntuales.
La agencia sostiene que el antiviral puede ser considerado para las personas con enfermedad grave de viruela del mono, como la sepsis, la inflamación del cerebro u otras condiciones que necesitan hospitalización. También se puede considerar para las personas que corren un alto riesgo de padecer una enfermedad grave, incluidas las que tienen el sistema inmunitario debilitado por afecciones como el VIH/sida, afecciones cutáneas como el eczema, niños, mujeres embarazadas y personas con otras complicaciones como una infección cutánea de origen bacteriano.
Las personas que presentan síntomas en zonas especialmente peligrosas como los ojos, la boca, los genitales o el ano también pueden ser consideradas para el tratamiento.
Tecovirimat fue aprobado por la FDA para el tratamiento de la viruela en 2018, y se puede administrar como una píldora vía oral o bien por vía intravenosa.
En general, coinciden los expertos, el uso del fármaco es el abordaje de preferencia en personas que tienen el sistema inmunitario debilitado y corren el riesgo de progresar hacia una enfermedad más grave. HOY